Joan Soteras ha vuelto a ganar las elecciones de la Federació Catalana de Futbol (FCF) celebradas este 13 de febrero de 2023. El Tribunal Català de l’Esport ordenó repetir las anteriores elecciones al considerar 175 votos como nulos, pero el resultado ha sido el mismo.
El reelegido presidente, Joan Soteras, ha conseguido 503 votos en total, seguido de Isern con 335 votos y Palacios que ha logrado 12 votos. 15 votos han sido en blanco y dos han sido considerado nulos.
Por lo que respecta al Camp de Tarragona, Isern ha sido el que más votos ha conseguido con 67, seguido de Soteras con 31 y Palacios con 1 solo voto. En Terres de l’Ebre ha ganado Soteras con 24 votos, le ha seguido Isern con 18 y Palacios no ha conseguido ningún voto a su favor.
Las elecciones a la Presidencia y Junta Directiva de la Federación registraron una participación de 873 votantes, cifra que supone un 71,56% de la totalidad del censo electoral, formado por 1.220 miembros asambleístas. Las votaciones han tenido lugar entre las 10:00 horas y las 19:00 horas, en las 14 delegaciones territoriales de la FCF en toda Cataluña.
Tensión en el Camp de Tarragona
La repetición de elecciones en el Camp de Tarragona se esperaba tensa. La relación entre los dos candidatos de las principales propuestas (José Cosano por Joan Soteras y Josep Vives por Juanjo Isern) es muy mala. Ya no solo porque uno hubiera relevado en el cargo a otro, sino porque este reemplazo llegó acompañado de despidos. Entre ellos, los de la anterior secretaria de la territorial tarraconense y esposa de Vives.
Esa tensión se trasladó a sus respectivos ‘equipos’ y se transformó en una confrontación a las puertas de la delegación a primera hora. Empujones e insultos entre unos y otros levantaron la atención de vecinos y transeúntes. Una imagen que si bien no se volvió a repetir, sí permaneció en el ambiente. Los dos grupos permanecían atentos a la llegada de presidentes y representantes de los clubes que acudían a la territorial de la Federació Catalana (FCF) para ejercer su derecho de voto. Entre ellos, el presidente del Nàstic, Josep Maria Andreu que llegó a la sede territorial sobre la 13 del mediodía.
En ese momento ya no había cola y apenas esperó unos minutos. Nada que ver con quien quiso votar poco después de la apertura del colegio electoral (10.00 h). Algunos tuvieron que esperar más de media hora entre quejas y reproches hacia los organizadores por la lentitud del proceso. Una situación que la FCF atribuyó al cumplimiento estricto de la normativa, tal y como lo había resuelto el Tribunal Català de l’Esport en su sentencia sobre la impugnación de las elecciones del 22 de mayo. Los requisitos que debían presentar los votantes ante la mesa electoral eran: estar debidamente inscritos en el Registre d’Entitats Esportives o presentar una escritura pública o notarial otorgada por el presidente del club en la que consten los cargos de la junta de la entidad. Si el votante era un vicepresidente, además, debían aportar un escrito del presidente manifestando su imposibilidad de acudir al acto.
La FCF había contratado seguridad privada para controlar el acceso a la sede y evitar la acumulación de personas en su interior. Uno por uno, los presidentes o vicepresidentes (únicos representantes de los clubes con capacidad para emitir el voto) subían al entresuelo del Carrer Soler 24 de Tarragona para votar.
