Grup Oliva Motor, con sede en Tarragona, entra en el mercado francés. El grupo familiar de concesionarios de automoción acaba de formalizar esta semana la adquisición -con una inversión total que asciende a más de 6,5 millones de euros y que terminará de desplegarse en los próximos meses con mejoras en tecnología y sostenibilidad-, de Garage Alart, concesionario en Perpinyà de las marcas BMW y Mini.
Fundada en el año 1958 en la capital del Rosselló, Garage Alart es una de las concesiones más antiguas de BMW en el estado francés, con una plantilla de 45 empleados y una facturación de 35 millones de euros, que se suman ahora al Grup Oliva Motor.
Tras su integración en este grupo familiar, Oliva Motor alcanza los 460 trabajadores en plantilla y sitúa en más de 250 millones de euros las previsiones de facturación para este año, que en 2022 cerró en torno a los 200 millones de euros, además de convertirse en el primer grupo de concesionarios con sede en España que invierte en Francia.
Santiago Oliva, presidente ejecutivo de Oliva Motor, explica las razones que les han llevado a acometer este proyecto de expansión internacional: «Teníamos voluntad de crecer, y entre los patrones que detectamos para crecer estaba el hecho de que debíamos hacerlo con una de las marcas que mejor nos funcionaba, que en este caso era BMW», donde Garage Alart era un referente en el sur de Francia.
Además, prosigue Santiago Oliva, «habíamos visto ya movimientos europeos de grupos que estaban saliendo de su país y entrando en España, con lo cual nos planteamos hacer lo mismo a la inversa». La elección de la capital del Rosselló para ese movimiento tiene otras razones: «Perpinyà continúa siendo Catalunya -explica Santiago Oliva-, con una distancia razonable» respecto al resto de sus centros de trabajo, ubicados en Tarragona, Barcelona y Girona.
Bajo el nombre de Oliva Motor Perpignan y la dirección de Santi Oliva, tercera generación en este grupo empresarial familiar, «este proyecto -explica Santiago Oliva, presidente ejecutivo de Oliva Motor- nos da más fuerza como grupo, porque entramos en un mercado como el francés, más desarrollado, donde se abren muchas oportunidades».
Con unas instalaciones de unos 4.000 metros cuadrados edificados sobre una parcela de unos 10.700 metros cuadrados, «el objetivo -destaca Santiago Oliva- es la integración total [de este nuevo centro de trabajo] dentro del grupo, y para ello estamos trabajando ya en la integración de diversas áreas», con Santi Oliva como enlace permanente para transmitir la cultura de empresa de este grupo familiar.
Grup Oliva Motor remonta sus orígenes al año 1966, con la constitución en Reus de la primera sociedad del grupo: Joaquín Oliva. Con una larga trayectoria en el mundo de los concesionarios de automoción y ya en su tercera generación, Grup Oliva Motor cuenta hoy con nueve marcas (BMW, Mini, Motorrad, Peugeot, Citroën, Opel, Honda, MG y JAC Motors) y 15 centros de trabajo en Tarragona, Girona, Barcelona y Perpinyà.
JAC Motors
El proyecto de internacionalización -pionero en España- de este grupo se suma a otro reciente movimiento empresarial en el que también son una excepción. Se trata de su entrada en el ‘club’ de importadores, donde los casos de concesionarios que hayan dado el salto a la importación de vehículos son algo excepcional en Europa.
Desde el pasado mes de septiembre, Grup Oliva Motor es el importador en España y Portugal de JAC Motors, en la que es la entrada más significativa hasta la fecha en Europa de este gigante chino de la automoción.
A través de JAC Motors Iberia, también con sede en Tarragona, Grup Oliva Motor buscará una posición de liderazgo en el mercado de los vehículos industriales eléctricos de última milla, con la vista puesta en los entornos urbanos y periurbanos.
En los planes de JAC Motors Iberia está también entrar con fuerza en las administraciones locales para la renovación de sus flotas de vehículos industriales, además de erigirse como una opción destacada en la descarbonización de flotas de empresa.
