Un tono más oscuro y sombrío pero también más cargado de trama es lo que nos ofrece la tercera entrega de Animales fantásticos, un estreno que llevaba tiempo haciéndonos esperar por un sinfín de motivos. Con menor peso infantil pero con más detalles y un cambio en el foco del protagonismo es lo que da esta nueva película del ‘spin-off’ de Harry Potter.
Con Jude Law repitiendo como Albus Dumbledore y Mads Mikkelsen relevando a Johnny Depp (expulsado de la franquicia por razones bien conocidas) en el rol del villano Gellert Grindelwald, Los secretos de Dumbledore ofrece un estupendo entretenimiento de casi tres horas, un metraje ligeramente más largo que sus dos predecesoras de 2018 y 2016.
La trama muestra cómo los magos ya tienen suficientes problemas como para no estar pendientes de un conflicto muggle, al menos de momento. De ahí que J. K. Rowling (la escritora y creadora de todo este seductor invento) nos ofrezca un nuevo elemento de la política mágica con unas elecciones al líder global de los magos, que será el centro de la historia.
La trama
El profesor Albus Dumbledore sabe que el poderoso mago oscuro Gellert Grindelwald está haciendo planes para apoderarse del mundo mágico. Incapaz de detenerlo él solo, confía en el Magizoólogo Newt Scamander (Eddie Redmayne) para dirigir un intrépido equipo de magos, brujas y un valiente panadero muggle en una misión peligrosa, donde se encuentran con antiguos y nuevos animales y se enfrentan a una legión cada vez más numerosa de seguidores de Grindelwald. Hay mucho en juego así que nos preguntamos hasta cuándo podrá permanecer Dumbledore al margen. Y ese es el quid de la cuestión, que apunta a nuevos caminos y acontecimientos de futuro que -si la taquilla lo permite, que lo hará- llevarán a previsibles aventuras (dado que están previstas dos más) con la base del nuevo ‘equipo’ de magos.
Lo que es patente a estas alturas de la saga es que en la franquicia van perdiendo peso los animales, aunque sigan introduciendo nuevas criaturas por exigencias del título, mientras lo van ganando los magos. Y, especialmente, ese duelo a varitas mágicas entre Dumbledore y Grindelwald. Sus escenas conjuntas son lo mejor de la película. Lo que hace que el personaje de Newt Scamander vea reducido su protagonismo respecto a Animales fantásticos y dónde encontrarlos y Los crímenes de Grindelwald. Es lógico, así, que el profesor de Hogwarts vaya siendo cada vez más importante y Newt quede como el héroe en las sombras.
Seguramente, la apuesta en la elección de Jude Law es lo mejor que le ha pasado a la saga. El actor londinense le da porte e inteligencia a su personaje, que paulatinamente se irá forjando como ‘el mago más poderoso del mundo’. Aunque en ese apartado de reconocimientos hay que destacar también a Mads Mikkelsen. Es el tercer Grindelwald que tenemos en pantalla después de estar camuflado bajo Colin Farrell y de Johnny Depp.
Los secretos de Dumbledore transcurre con algunos paralelismos de la dramática realidad que vive actualmente el mundo. Es un filme encantador con un gran diseño de producción y efectos visuales, especialmente los de las escenas de Nueva York.
De momento, el nuevo truco de J. K. Rowling va camino de ilusionarnos. El cine tiene ese componente mágico.
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