El tiro por la culata

22 marzo 2023 20:01 | Actualizado a 23 marzo 2023 07:00
Josep Moya-Angeler
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No invites a un tahúr a jugar al mus, porque te vendrá con su juego de cartas marcadas. Y sin embargo, Abascal creyó que podría con el tahúr porque le tendió una trampa: le montaba una moción de censura en la que él hablaría dos veces y el candidato a presidente intervendría otras dos veces.

Enfrente, Pedro Sánchez, tendría limitadas sus apariciones; pero el tahúr jugó con sus cartas, intervino cuatro veces, y como no había límite de intervención estuvo adueñándose del pupitre el doble de tiempo que sus oponentes. Primera trampa que dejó mudos a los de Vox. El tiro salió por la culata. Una moción de censura malograda.

Sánchez salió, además, al estrado con dos bazas a su favor: un guion ordenado, detallista y demoledor, y una frescura física y de ideas muy por encima de la de Tamames que, por su edad, estuvo muy bien pero anclado en el pasado. Era como enfrentar a un saltador de pértiga con una garrota de bambú ante un Duplantis con pértiga de fibra de carbono.

Núñez Feijó, ausente por una decisión errónea, no sabe aún que las situaciones, por negativas que parezcan, hay que convertirlas en oportunidades de éxito

El del bambú se quejó, pero la culpa no era suya, sino de Abascal, que lo había metido en un lío condenado al fracaso y que evidenció vivir anclado a actitudes del pasado para gestionar el futuro. La veteranía tiene sus límites y a veces se vuelven en contra de quien la esgrime.

Por otra parte, Sánchez desarrolló la estrategia de ningunear a Abascal, para atacar a su rival más fuerte ante unas elecciones, Núñez Feijóo, quien, ausente por una decisión errónea para despreciar a Abascal, no pudo defenderse de los continuos sopapos de Sánchez. Feijóo no sabe aún que las situaciones, por negativas que parezcan, hay que convertirlas en oportunidades de éxito.

Un importante detalle puso colofón al núcleo duro del debate: cuando el rival ya estaba grogui, Sánchez ninguneó a Tamames soltando a Yolanda Díaz, que se destapó como una oradora madura, hábil, serena y convincente. Veremos cómo, en campaña electoral, Sánchez y Díaz se enzarzan en pugna política, porque ella podría darle cuatro manotazos.

Otra moción que nos podíamos haber ahorrado, excepto a quienes se plantaron ante el pupitre para lucirse en una crítica feroz a Vox. Abascal fue a por lana y salió trasquilado

Imagino que en estos momentos Tamames debe preguntarse por qué se metió en este lío, con lo bien que estaba en casa. Aliado con un partido con el que no sintoniza y al que ni mencionó ni aplaudió, no pudo evitar lo evidente: referencias al pasado y ninguna visión de futuro, porque no hay que olvidar que el debate político era, strictu sensu, una propuesta de nuevo Presidente del Gobierno, cargo al que el propio Tamames no hizo ninguna alusión.

¿Presidente para qué, para convocar elecciones en las que el candidato sería Abascal y él desaparecería? Encima, cometió algún error craso como decir que «la autodeterminación no existe», cuando la Constitución española es un acto de autodeterminación rotundo.

Otro punto importante ha sido la actitud de Abascal, en plan sereno, conciliador, como buen lobo con piel de cordero. Busca adeptos entre gentes más moderadas, pues precisa ensanchar su base electoral. Pero, no nos engañemos, Abascal sigue siendo un lobo a quien no se le puede poner a cuidar del rebaño. Sueña con José Antonio Primo de Rivera y la brutalidad de los suyos, y sólo hay que darle poder para comprobarlo.

Otra moción que nos podíamos haber ahorrado, excepto a quienes se plantaron ante el pupitre para lucirse en una crítica feroz a Vox. Abascal había ido a por lana y salió trasquilado.

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