Como responsable de UGT en el sector de saneamiento urbano he participado activamente en la negociación de decenas y decenas de convenios, todos ellos finalizados en pacto, ¡Todos! Convenios acordados con prácticamente todas las empresas que trabajan en el sector y suscritos en administraciones locales de todos los colores. También he encabezado reivindicaciones ante todas esas empresas y esas administraciones, pues cuando se trata de acción sindical, no tengo color político ninguno, solo el color de los trabajadores. Por eso me duele ver cómo se han traspasado todas las líneas rojas que uno se pueda imaginar, por la sencilla razón de que el Comité de Empresa que presido se opuso a una licitación mal elaborada.
Me duele ver cómo se han traspasado todas las líneas rojas que uno pueda imaginar por la sencilla razón de que el Comité de Empresa que presido se opuso a una licitación mal elaborada
Tras una campaña sin tregua contra mi persona (que continúa), ha quedado más que demostrado que dicha licitación estaba mal planteada porque, además de decirlo nosotros como portavoz sindical, lo evidenciaron las empresas dejando el primer concurso desierto; lo ratificó el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic de la Generalitat de Catalunya paralizando el segundo concurso, y finalmente, el propio Ayuntamiento se ha visto obligado a suspender la licitación.
Por ello, creo que Tarragona nos agradecerá que hagamos un borrón y cuenta nueva en lo referente a la licitación del nuevo contrato de basuras de la ciudad. Este reset no lo centro solamente en el pliego de condiciones y su estructura de costes, sino también en recuperar y fortalecer un clima de mutua confianza entre las partes en un marco transparente.
No hay atajos para hacer bien las cosas. La resolución del TCCSP respondiendo a los dos recursos presentados ha obligado al Ayuntamiento a suspender la licitación, pues ha quedado acreditado en el escrito del TCCSP que el cálculo de coeficientes es erróneo y el de la masa salarial también. Todo el montaje político y mediático del gobierno de Ricomà para defender su relato se ha venido abajo estrepitosamente.
Cada parte implicada en el futuro contrato de basuras estamos obligados a ofrecer a la ciudad un nuevo servicio de saneamiento urbano eficaz, equilibrado, viable y dinámico
Y en este punto, por los antecedentes vividos y padecidos, tengo claro que la figura del alcalde y la nueva concejal del sector serán clave para establecer un marco adecuado que permita garantizar un proceso administrativamente impecable, técnicamente ajustado a objetivos viables, con visión de futuro y sin concesiones a intereses que no sean los estrictamente ciudadanos. Y los técnicos municipales implicados deberán trabajar para alcanzar estos objetivos... y no otros.
Los primeros interesados en que el servicio de saneamiento urbano de Tarragona sea eficiente y ajustado a costes reales somos los encargados de trasladarlo a las calles y plazas de la ciudad. Cada parte implicada en el futuro contrato de basuras estamos obligados a ofrecer a la ciudad un nuevo servicio de saneamiento urbano eficaz, equilibrado, viable y dinámico.
A la vuelta de la esquina está la negociación de nuestro nuevo convenio, que deberá estar vigente a partir del 1 de enero de 2024 y, no vamos a negarlo, la herencia del gobierno de Ricomà nos deja un escenario poco deseable. Por parte del Comité de Empresa, como hemos demostrado tantas veces, sabremos estar a la altura de las circunstancias, defendiendo nuestro presente y futuro legítimamente, aunque siendo conscientes de la situación que debemos gestionar entre todos.
