Con permiso de la directora, me ausentaré unos días aprovechando la Semana Santa. Intuyo que descenderá la tensión informativa, aunque gobierno y oposición discutirán sobre el viaje chino de Pedro Sánchez, y en Catalunya Junts y ERC polemizarán sobre la condena a Laura Borràs. Los tertulianos seguirán con la batalla de Bajmut y el lío del Barça con los árbitros.
Esta Semana que precede a la Pascua es propicia para gozar de la exaltación de la primavera y para pensar en cuestiones más trascendentes que la política y el deporte.
También para situarnos en la perspectiva real de quienes somos y no valorarnos demasiado; no hagamos como Clodoveo, rey de los francos, que cuando fue instruido sobre la pasión de Cristo, lamentó: «¡Ah, si hubiera estado yo allí!».
