En la guerra de Ucrania los drones asumen un papel relevante. Son vehículos aéreos no tripulados con carga explosiva cuya característica es matar a distancia, sin riesgo de vidas militares. Son relativamente baratos: entre 20.000 y 40.000 dólares con los monitores preceptivos. Tienen unos dos metros de largo, aunque también los hay del tamaño de una mano y por 4.000 dólares se pueden comprar por internet.
Hay fabricantes locales surgidos después de que Rusia fuera abastecida desde Irán y Ucrania empleara drones que compró a Turquía.
El precedente de objetos voladores no tripulados en combate son los globos con carga explosiva que el ejército austríaco lanzó en 1849 sobre Venecia y los globos incendiarios utilizados en la Guerra Civil americana.
