Antes de que entre el catalán, el Parlamento Europeo se maneja en 24 lenguas oficiales: búlgaro, checo, croata, danés, neerlandés, inglés, estonio, finés, francés, alemán, griego, húngaro, italiano, irlandés, letón, lituano, maltés, polaco, portugués, rumano, eslovaco, esloveno, español y sueco.
Para las intervenciones orales y traducción de escritos, un pleno ocupa entre 700 y 900 intérpretes, de los cuales 270 son de plantilla. Además, hay 1.500 esporádicos. Son necesarios porque hay 552 combinaciones posibles (de letón a griego, de polaco a sueco, etc.).
Se usan ‘lenguas intermedias’ (inglés, francés y alemán) a las que se traduce la intervención en el idioma que sea, y de ella se pasa a otra. Como una central de autobuses lingüística que permite transbordos.