Le Figaro del jueves dedicó portada y cuatro páginas al debate sobre las corridas de toros, que Francia prohíbe excepto en el Sur. En Catalunya fueron eliminadas en 2011. Aymeric Caron, diputado de Francia Insumisa, defendió la prohibición, pero el proyecto de ley tuvo 500 enmiendas y el filibusterismo parlamentario impidió aprobarlo.
Macron navega entre dos aguas para no perder votos sureños. Dice: «Hay que combinar la especificidad de las culturas locales y la sensibilidad animal».
Al debate se sumaron 13 toreros llegados para la ocasión. Juan Leal, de 29 años, gravemente herido dos veces, dice que el combate en la arena con un toro bravo de 500 kilos es la razón de su vida y le hace sentirse libre.
Lástima que no pueda opinar el toro.
