Jugadores del Reus Deportiu cambian el ‘stick’ por un bastón de movilidad

La ONCE propone a siete deportistas del Reus Deportiu ponerse a la piel de un invidente

02 junio 2023 17:28 | Actualizado a 03 junio 2023 07:00
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Un antifaz dejó a oscuras a siete jóvenes deportistas del Reus Deportiu durante un par de horas este jueves por la tarde. Eran jugadores de hockey y baloncesto que aceptaron el reto de la ONCE de vivir en propia piel la sensación de quedarse sin visión. El tacto, el oido y la orientación espacial tenían que cobrar protagonismo y no siempre era sencillo. «Estás en tensión porque no sabes a dónde vas», decía Marc tras vivir la experiencia de preparar la merienda a ciegas, untar unas rebanadas de pan con crema de cacao, mermelada o paté, servirse zumo en un vaso y comer. Todos quedaron bien pringosos y el reto fue encontrar las servilletas, que estaban en medio de la mesa. Quedó bien claro que el orden es esencial para alguien invidente o con baja visión.

Este fue, sin duda, uno de los retos más divertidos de los que la ONCE presentó a los siete jóvenes. Aunque tuvo complicaciones, los participantes no se sintieron tan perdidos como cuando tuvieron que afrontar el mundo exterior. El primer contacto fue cogidos del brazo de un acompañante, que hacía de guía. Después, la situación se complicó con el uso de un bastón de movilidad. «Tiene que tener la altura del esternón. Así, la distancia será suficiente para poder esquivar los obstáculos», explicaban Maica y Laura, ambas, técnicas de rehabilitación de la ONCE y encargadas de dirigir las actividades preparadas para la ocasión.

$!Los jugadores, preparando la merienda con los ojos tapados. FOTO: Alfredo González

Antes de salir a la calle, fue necesario practicar un poco en el interior de la agencia de la ONCE en Reus, en la plaza de la Llibertat. Con el bastón cogido a la altura del ombligo y trazando abanicos con el bastón, los siete deportistas empezaban a avanzar hasta detectar los obstáculos. Después del intensivo, todos fueron saliendo a la calle.

La primera barrera se la encontraban nada más salir por la puerta. «Tenéis que girar a la izquierda para encontrar la rampa», explicaba Maica. A algunos les costaba, pero con algunas indicaciones, se reubicaban y conseguían llegar a pie de calle. Aquí, tenían que buscar la pared como punto de referencia. Tras avanzar unos metros (ahora ya con paso más seguro), a la altura del Museu daban la vuelta y volvían hacia la agencia de la ONCE. «Lo hacen muy bien, tienen orientación», comentaba Fran Sánchez, el director de la ONCE en Reus.

Y como que son deportistas, la tarde no podía terminar sin experimentar con balones sonoros: los de mayores dimensiones para los jugadores de básquet, y los más pequeños, con cascabel, para los de hockey. La tocaban bien con el stick, haciendo también pases, pero a la que perdían la posesión de la pelota y ésta dejaba de emitir ruido era el momento más complejo para localizarla de nuevo.

Desde la ONCE se mostraron muy agradecidos que los jugadores del Reus Deportiu hubieran aceptado el reto, «un acto de empatía y solidaridad», destacó Fran Sánchez. Un agradecimiento recíproco por parte del club, como verbalizó la presidenta, Mònica Balsells. Todo ello fue en el marco de la Setmana de l’ONCE en Catalunya, unos días en los que la organización ha llevado a cabo propuestas de sensibilización.

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