Los vecinos del bloque incendiado de Reus siguen desalojados y sin fecha de vuelta

La mayoría están en casa de familiares y 26, en un hotel. Ayer pudieron acceder a sus pisos para recoger pertenencias

25 enero 2023 19:04 | Actualizado a 26 enero 2023 07:00
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El centenar de vecinos del número 47 de la avenida Vidal i Barraquer de Reus siguen sin poder volver a casa tras el incendio originado este martes por la tarde en el primer piso del bloque. Ayer a media mañana, muchos se acercaron a la zona para poder acceder a sus viviendas y recoger algunas pertenencias. Y es que, de momento, se desconoce cuándo podrán volver: a pesar de que la estructura del edificio está en condiciones, el primer piso está totalmente quemado, la barandilla también está afectada y no hay ni agua ni luz. Además, las zonas comunitarias están ennegrecidas.

Ayer, el portal estaba precintado y Guàrdia Urbana organizaba las entradas. «Primero pasarán los que tienen mascotas, después los que tienen que coger medicamentos y, al final, el resto. Solo una persona por piso», explicaba una de las vecinas, que esperaba paciente su turno.

Fuentes municipales detallan que Guàrdia Urbana identificó este martes a un total de 43 personas que, en el momento de los hechos, estaban en el bloque. A todas se les ofreció alojamiento. Al final, son 26 las que han sido realojadas en un hotel de la ciudad y las 17 restantes han optado por ir a casa de familiares, como es el caso de Lorena y su pareja. Viven en el noveno piso y, como recuerda la joven, «estaba durmiendo cuando pasó todo». Se despertó con olor a humo y ruido de sirenas. «Intenté salir por la escalera. Cuando abrí la puerta, se llenó la casa de humo. Tuve un ataque de pánico y me fui corriendo al balcón y me quedé allí», relata. En ese momento, los bomberos ya habían llegado a la zona «y rápidamente me sacaron», agradece. A través de la escalera de un camión de bomberos, Lorena pudo salir «y en menos de 15 minutos ya estaba en la calle».

Otros, como Rafi, tuvieron que esperar durante un par de horas encerrados en su vivienda. En este caso, la mujer estaba en el cuarto piso. Explica que, hace años, ya tuvo que confinarse por un incendio en otro bloque donde vivía, por lo que ayer sabía que no tenía que intentar salir de casa «porque, con el humo, no puedes hacer nada». Recuerda que, cuando llegaron los bomberos, llamaron en casa, les preguntaron cómo estaban y ordenaron no salir. Ella se encerró en una habitación que da a la avenida de Vidal i Barraquer y esperó a que pasara todo. Hubo nervios, pero dentro de todo, tranquila. «Un par de horas más tarde, volvieron los bomberos y nos sacaron», añade. Otro caso era el de Rufina, que no vive en el bloque, pero tiene un piso en venta. «Lo tenemos ya arreglado listo para vender... Y veremos ahora cómo está», lamentaba esta vecina, antes de acceder a la vivienda, que quería comprobar en qué condiciones estaba.

Las experiencias se iban relatando delante del portal del bloque, ahora ya con más calma, pero con la incógnita de cuándo podrán volver a casa. Este punto de momento se desconoce, pero parece que tardarán días, «dicen que al menos tres o cuatro», decía una vecina.

El arquitecto municipal inspeccionó el mismo martes por la noche el edificio afectado y concluyó que no había peligro estructural. No obstante, los vecinos todavía no pueden volver porque, previamente, tienen que llevarse a cabo varias tareas de seguridad. Es decir, por un lado, la barandilla del primer piso ha quedado totalmente quemada y tiene que ser reemplazada. Por otro, hay que limpiar todas las zonas comunitarias. De hecho, ayer por la mañana ya estaba en la zona la empresa de limpieza. Además, el edificio no tiene, ahora mismo, ni luz ni agua, suministros que tendrán que restablecerse antes de que los vecinos puedan volver.

$!En el primer piso, las puertas han quedado calcinadas. FOTO: Cedida

A nivel más particular, las puertas del primer piso han quedado totalmente calcinadas, por lo que habrá que poner de nuevas. «Ha quedado todo negro», explicaban los vecinos que ya habían podido recoger sus pertenencias. Las afectaciones más importantes se localizan en el primer y segundo piso. De hecho, la vivienda donde se originó el incendio ha quedado calcinada.

El detenido, en libertad

En cuanto al hombre de 41 años, vecino del primer piso, que fue detenido como presunto autor del incendio por imprudencia, los Mossos d’Esquadra lo dejaron en libertad con cargos a última hora de la noche del mismo martes. El incendio se originó en una habitación donde manipuló un hornillo, que estaba recargando de forma negligente.

En consecuencia, se produjo una deflagración que le provocó quemaduras leves mientras las llamas se propagaban por la habitación. Recibió asistencia, pero no necesitó traslado hospitalario. En cambio, un vecino del cuarto fue el que salió peor parado, puesto que sufrió quemadas en buena parte del cuerpo e inhaló gran cantidad de humo. El SEM se lo llevó en helicóptero hasta el hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona, donde su pronóstico es reservado.

El segundo herido de consideración no vive en el número 47 de la avenida Cardenal Vidal i Barraquer, sino en un bloque colindante. Sin embargo, la humareda que salió del primero (donde se produjo la deflagración) entró en un patio de luces y afectó a las viviendas que dan en esa apertura. En ese segundo piso del bloque contiguo, el residente inhaló humo y se precipitó por el patio interior, fracturándose la cadera y un tobillo. Fue evacuado al hospital Sant Joan de Reus, donde también le practicaron otras pruebas médicas.

Los otros heridos evacuados al hospital reusense, al Joan XXIII y al Broggi de Sant Joan Despí (tiene una cámara hiperbárica para casos más complejos de inhalación de gases tóxicos) son vecinos del mismo bloque: de la planta sexta, novena y séptima. El balance final es de 19 personas heridas. Ocho, fueron dadas de alta en el mismo lugar y las otras 11 fueron ingresadas o atendidas en diferentes centros hospitalarios, entre los cuales hay los dos heridos críticos.

Si el incendio se declaró a las 16.46 horas de la tarde del martes, tres horas más tarde, con el caos relativamente controlado, fue el momento de hacer una inspección técnica del inmueble. El arquitecto municipal, acompañado de Bombers, declaró que no había daños estructurales. No obstante, señaló que era necesario requerir a la comunidad de propietarios que aporte un dictamen sobre el estado de la estructura del edificio por parte de un técnico. También se requirió a la misma comunidad limpiar los espacios comunes y asegurar provisionalmente los tramos de escalera sin barandilla.

La comunidad había denunciado los vecinos del primero, que serían ocupas

Diana Delgadillo, miembro de la junta de la comunidad de vecinos del número 47 de la avenida Vidal i Barraquer, explica que en el piso de la primera planta donde se originó el fuego viven ocupas. Según ella, ya presentaron denuncia a la Guàrdia Urbana y notificaron al propietario los problemas que han tenido con los inquilinos, ya que apunta que habrían cometido robos cuando se hacían obras en el edificio. También señala que se dedicaban a la venta de chatarra. «Siempre se les ha acogido y permitido estar en la comunidad, si no creaban problemas», manifestó ayer Delgadillo. «Es devastador cómo ha quedado el edificio...», lamenta.

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