Cuál fue la clave de su victoria?
Reus necesitaba un cambio y eso lo encarna el PSC: ilusión, ganas de ver la ciudad de forma distinta. La gente lo percibió.
¿Qué peso tuvieron el contexto y la alcaldable?
Todo suma. El contexto, en la figura de Salvador Illa al frente del proyecto en Catalunya, es relevante; y también trabajamos mucho estos cuatro años y, especialmente, los seis meses finales para visibilizarnos y que me pusieran cara como un nuevo liderazgo político.
Abrieron contactos con el resto de fuerzas la mañana después del 28M. ¿Cómo avanzan?
Bien. Además del cartapacio, queríamos hablar de proyecto, buscar lo que nos une más que lo que nos separa. Eso hemos hecho. Con muchas fuerzas, hay puntos en común. El acuerdo con Ara Reus fue rápido por eso. Y con el resto, excepto con Vox, estamos viéndonos.
El primer pacto, con Ara Reus, llegó en solo cuatro días.
Sí, y fue sencillo. En políticas de seguridad, vía pública, vivienda, promoción o barrios, Ara Reus y nosotros estamos en una misma línea.
Ahora buscan a un tercer socio.
Trabajar para la ciudad es más fácil con un gobierno estable. Y eso no se ciñe a los 14 de la mayoría: igual que escucharemos a la gente, eso es escuchar a los grupos. Tendemos la mano para dinámicas de gobernanza distintas, con participación más activa de la oposición.
¿Será Junts per Reus o ERC?
Será como fue con Ara Reus: ponemos el programa encima de la mesa y analizamos qué nos acerca.
¿Y qué han detectado ya que les acerque con cada uno?
Con ERC, vemos cosas en común en vivienda, servicios a las personas o cultura, por tradición política y por los programas. Y con Junts, quizá hemos ido más alineados en cuestiones económicas, comerciales o de deportes. En ambos casos hay ejes comunes que pueden llevarnos a un consenso.
¿Ambas formaciones están receptivas?
Es una pregunta para ellos. Pero todas las fuerzas a las que hemos pedido una reunión la aceptaron.
¿Cómo influirán la configuración de la Diputació y las elecciones generales en el pacto de Reus?
Por nuestra parte, no lo harán en nada. Por la del resto, no sé. Nuestro proyecto y nuestra gente van más allá de las siglas. No las escondemos pero hay que pensar en grande: nos focalizamos en Reus.
¿Qué directrices le ha dado el partido?
Ninguna. Le trasladamos que el pacto era en base a la ciudad y nos respondió que totalmente lo que quisiéramos.
¿Qué credibilidad le merece el acuerdo alternativo que vincularía a ERC y PP?
A ver, numéricamente es posible. Ideológicamente, altamente improbable. Sé que se hicieron, o nos han dicho que se hicieron, contactos. Un modelo de ciudad no se puede basar en números, en tener 14. Me cuesta entender que diferentes siglas puedan sumar con las discrepancias ideológicas que hay. No le doy demasiada credibilidad.
¿El anuncio del entendimiento con Ara quería desactivar algo?
No. Queremos comenzar a trabajar rápido y con todo el que cerremos un acuerdo nos pondremos a ello ya. No es por bloquear un pacto de nadie. Hay temas importantes en Reus que llevan tiempo parados.
¿Y usted, ha hablado con el PP? ¿Y con la CUP?
Hemos hablado con todos menos con Vox. Todo el que tiene representación debería participar en estas conversaciones, más que negociaciones. Hay partidos que van a estar en la oposición pero que tienen que estar en grandes temas de ciudad, tal como hicimos el PSC. En eso, PP y CUP podrían sumar.
¿Cómo va a ser la relación con Vox?
No la habrá. No aporta, tan solo distorsiona. Y ojalá me equivoque.
¿Empezar a gobernar en minoría sería un problema?
Preferiríamos que no fuera así porque la maquinaria debe funcionar perfectamente desde el primer día. Hay que empezar a tratar las necesidades habitacionales, políticas de seguridad, de vía pública, pensar en los presupuestos de 2024...
¿Tiene perfilado el cartapacio?
En base al modelo de ciudad que queremos –las personas en el centro, promoción, seguridad, sostenibilidad...–, lo concretaremos. Esas áreas están representadas. Pero no es lo mismo ser dos que tres.
¿Hay concejalías que ya esté claro que serán del PSC?
Hay prioridades pero no áreas. Políticas para las personas, ciencia o medioambiente son primordiales, pero no es que debamos tenerlas nosotros. El gobierno será uno solo, al margen de las siglas que lo integren. No va de repartir pastel.
¿Creará alguna nueva?
El tejido comercial debe tener un peso específico, el mundo universitario ligado a la economía necesita un sitio... Pero aún no está terminado de definir.
Reducirá las tenencias de alcaldía. ¿Y la vicealcaldía?
Sí, había nueve y todo puede quedar recogido con menos. No nos planteábamos que hubiese vicealcaldía ni ha salido en negociaciones.
Será la primera alcaldesa de la historia de Reus.
Estamos orgullosos porque recuperamos Reus tras muchos años y con un planteamiento de municipalismo. A eso se suma la satisfacción personal de ser la primera alcaldesa. Pero no quiero que se me recuerde como ‘Sandra Guaita, la primera alcaldesa’, sino como ‘Sandra Guaita, que fue la primera alcaldesa y transformó y relanzó la ciudad’.
¿Qué Ayuntamiento espera encontrarse?
Creo que será un reflejo de la ciudad, que se quedó parada y gris.
¿Qué ocurrirá con las intervenciones que el anterior ejecutivo inició y que no encajan en su visión de las cosas?
Hay proyectos que no vemos y habrá que replantearlos. Uno es el del Carrilet. Y no es porque el PSC no esté de acuerdo: en esa zona, la ciudadanía nos dio el triple de votos que al siguiente. Debemos escuchar. Si hay ideas que la gente nos pide que estén y no las vemos mal, seguirán. No venimos a destruir.
¿Cuál es el futuro del Carrilet?
Queremos que los paradistas se queden donde están y se rehabilite el mercado. También planteamos una remodelación del barrio.
¿Sacará adelante La Hispània?
Vimos bien el proyecto de construcción de pisos de protección social. En paralelo, hay que garantizar la seguridad de los vecinos. La Agència Catalana de Residus está con ello, velaremos para que no haya ningún problema que no esté correctamente gestionado.
¿Está de acuerdo con el despliegue de carriles bici?
Apostamos por los carriles bici, pero hay puntos donde no se han ejecutado bien y generan inseguridad al peatón, al ciclista, al que va en patinete y a los vehículos. Repensaremos algunos. Ya hemos hablado con ayuntamientos que tienen salidas de las rotondas de otra forma.
La peatonalización del Raval de Santa Anna acabó sin decidir qué vehículos pasarán. ¿Cómo será?
En la ordenanza de movilidad se debe determinar qué vehículos pasan por la ciudad y cómo, y las zonas de bajas emisiones tendrán un papel en eso. Intervenciones así son necesarias y positivas, pero no pueden hacerse de espaldas a los vecinos de las áreas afectadas.
¿Subirá los impuestos?
La ciudadanía necesita un retorno y se lo daremos: que tenga las calles, la limpieza o los parques en buenas condiciones y no como ahora. Si paga y Reus está dejada, normal que la gente se enfade. Al entrar, veremos el presupuesto de 2024 y haremos en base a eso. Me parecen irresponsables quienes dicen que bajarán los impuestos un 10%, porque ya ven que no podrán; y quienes aseguran que no los subirán, porque no lo saben.
¿Qué hay del Reus Horitzó 32?
Definir la ciudad del futuro es importante. No echaremos para atrás ningún plan estratégico. Este fue poco participado y si hay que redefinir algún punto ya lo veremos.
Con el regreso socialista, ¿vendrán esperar grandes proyectos?
Esa es la voluntad. Somos una ciudad históricamente revolucionaria en cuanto a iniciativas diferentes y referentes. Criticamos que estos años faltaron esos proyectos y se quiso hacer Reus más pequeño. Al final, ni lo pequeño se sostenía.
¿Cuáles serán?
Debemos hacer brillar la ciudad en el ámbito agroalimentario, de las TIC o en inteligencia artificial.
En campaña, habló de capitalidad. ¿En qué quiere ostentarla?
En comercio, en cultura, teniendo creación y producción propia, interpelando a la ciudadanía, potenciando el turismo... Nos piden que al Ayuntamiento acompañe para que estas cosas pasen.
¿Cómo va a ser como alcaldesa?
Igual que de candidata y de diputada. Tengo claro que la alcaldesa lidera y no me temblarán las piernas, pero me gustan los liderazgos compartidos con la ciudadanía, con mi equipo y con el gobierno. La ciudadanía tiene ideas brillantes que nadie escuchaba. Quiero estar con la gente. Y seré la misma persona, normal y corriente, que saca al perro, lleva a los niños al colegio y tiene esta responsabilidad.
¿Qué es lo más urgente que deberá abordar?
Muchísimas cosas. Hay urgencias en cómo están los barrios, la vía pública, demandas habitacionales, sobre limpieza, convivencia, seguridad... Hay tantos frentes que tenemos que tratarlos todos rápido.
