Versos improvisados, folk y rifa de productos en Reus

La 7ª edición del Ball de Sant Sebastià recupera el pasacalle ‘de proximidad’ y las glosas

22 enero 2023 08:34 | Actualizado a 22 enero 2023 08:37
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La asociación La Relliscada organizó por séptima vez el Ball d’Hivern de Sant Sebastià, tras dos años sin celebrarse por la pandemia. La fiesta, que recupera una tradición local y las glosas populares, da comienzo con un pasacalle para recaudar diferentes productos entre algunas tiendas de proximidad del centro.

Desde la plaza del Castell, escenario central de la celebración, dos carros se abren camino acompañados por los músicos de L’Aula de Sons y un grupo de glosadores. También, colaboran en la iniciativa Carrutxa y el Institut Municipal Reus Cultura.

Por un lado, los establecimientos ofrecen sus productos a cambio de una glosa inspirada en cada comercio. Y, por otro, la premisa de los ‘vocalistas’ es seguir cantando, de forma alternada, hasta quedarse sin ideas para rimar los versos. Así, se suceden cantos tradicionales como corrandas, ñacras o composiciones sobre San Juan y San Antonio, con una flauta y varios acordeones que musicalizan las improvisaciones poéticas.

En esta séptima edición del Ball de Sant Sebastià, la primera parada era la Llibreria Gaudí. Con frases como «funciona tan bien porque es un matriarcado», los protagonistas fomentaron la compra de barrio. «Los zapatos que transpiran e inspiran» les llevaron a Bastida Peuets y, de ahí, al son de tambores y grallas, la comitiva siguió animando las calles a su paso.

Bajo las miradas curiosas de otros reusenses, llegaron a la Llibreria Domingo, donde «cada día es festivo, pero no molesta porque la cultura no hace fiesta» y al «padre del Seguici Festiu», El Barato. Después, avanzaron hasta el Fossar Vell, para encadenar metáforas sobre frutas y verduras, en Frutopia, y describir La Caseta de l’Arbre como «una tienda muy viva que sale adelante en forma de cooperativa».

Las avellanas no tardaron en sumarse al carro, cortesía de Cal Sendra, y mientras los glosadores hacían gala de su arte para la improvisación, L’Absis de Reus, la Confiteria Padreny y el Colmado Baró también aportaron sus productos. El pasacalle llegaba a su fin con los últimos establecimientos participantes: el Forn Sistaré, Batabat, Tomàs Barberà, Patatería Laure, Cistelleria Maduell y el Green Dog.

Una celebración popular

El Ball d’Hivern de Sant Sebastià es una fiesta tradicional que atrae a grandes y pequeños, entre risas y aplausos, en un recorrido por los comercios de proximidad de Reus. Una vez ya entonadas las glosas, la plaza del Castell acoge una cena popular -pan, longaniza a la brasa, escalivada, patatas, agua, vino y postres-, tras la que se lleva a cabo la rifa de los productos recaudados: ropa, zapatos, libros, comida y hasta cosméticos.

A continuación, la celebración culmina con el habitual baile popular y, en esta ocasión, con el concierto del grupo Quin folk que fa, en un escenario improvisado junto al Castell del Cambrer.

Todavía se conserva en la plaza del Castell un portal en honor al santo que fuera venerado como protector contra la peste. El Ball d’Hivern de Sant Sebastià, que hasta el siglo XVIII fue la Fiesta Mayor de Reus junto con Sant Pere, conmemora una celebración que perdió peso frente a la devoción a Misericòrdia.

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