Conocer al enemigo para ganar la batalla

El envejecimiento y factores de riesgo como una dieta poco saludable y el sedentarismo predisponen a padecer la enfermedad

31 enero 2023 21:53 | Actualizado a 01 febrero 2023 10:45
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«Conocer mejor al enemigo y hallar las características individuales por donde atacarlo, ha contribuido a mejorar los tratamientos en las últimas dos décadas». De esta manera, el médico adjunto del Servicio de Oncología Médica y coordinador de la sección de patología mamaria y ginecológica del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, Kepa Amillano, describe como ha avanzado el diagnóstico y el tratamiento del cáncer, coincidiendo con el Día Mundial Contra el Cáncer.

Acerca de la enfermedad, el oncólogo detalla que «nos referimos al cáncer cuando en cualquier tejido del cuerpo, un grupo de células –que en principio son normales– por diferentes motivos desconocidos, se malignizan y se comportan de una manera patológica. Esto significa que en lugar de nacer, crecer y morir, estas células nacen, crecen y se reproducen sucesivamente, perdiendo la capacidad de morir. Entonces, aunque invaden y ocupan el tejido, ocasionando lo que se conoce como cáncer primario, también pueden diseminarse e invadir otros tejidos, formando metástasis».

«En el Hospital existe el Comité de Tumores donde se toman las mejores decisiones para cada paciente, favoreciendo un aumento de la supervivencia y la calidad y la efectividad de los tratamientos».

Factores de riesgo

Al igual que se espera un incremento en la incidencia del cáncer a nivel mundial, en España se estima que en 2040 la incidencia alcance los 341.000 casos, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). En lo que se refiere a la provincia de Tarragona, cada año se diagnostican entre 4.000 y 5.000 casos nuevos entre todas las tipologías de tumores. Asimismo, el tipo de cáncer más común en hombres es el de próstata y el de mama entre las mujeres, mientras que el cáncer colorrectal (que incluye el cáncer de colon y el cáncer de recto) es el más frecuente, de manera global, en ambos sexos. Asimismo, en cuanto a la supervivencia, la tasa se sitúa en el 70% de media.

Detección precoz e investigación

Los programas de detección precoz «han cambiado la evolución natural del cáncer, puesto que llegamos a curar cánceres que antes no curábamos». «Con un diagnóstico precoz en una fase inicial podemos curar la enfermedad, que si no se detecta en esta fase no podríamos curar», afirma Kepa Amillano.

Como ejemplo cita el cáncer de mama. «En los últimos 25 años, ha pasado de un 60% de supervivencia global a un 90%. Esto es gracias al cribado y porque el diagnóstico es más rápido», destaca Kepa Amillano, quien añade que “el cribado es una inversión económica y en nuestra calidad de vida”. Por ello, cada vez más pacientes conviven con un cáncer crónico. “Hay casos que en que el cáncer todavía no se puede controlar, sobre todo cuando vamos por detrás de la enfermedad, por lo que debemos aprender a convivir con él».

Al respecto de la investigación, él mismo indica que «debemos tener una mentalidad abierta hacia los ensayos clínicos porque son una herramienta de tratamiento más». Por último, hace hincapié en que «la investigación es indispensable para luchar contra la enfermedad, en cuanto a la efectividad de los tratamientos, menor toxicidad y, sobre todo, para identificar nuevas dianas terapéuticas, es decir, por donde atacar el cáncer con todas las armas disponibles».

En cuanto a los factores de riesgo, el especialista en oncología indica que el envejecimiento y por consiguiente el aumento de la esperanza de vida de la población influyen en el desarrollo de la enfermedad. «Cánceres como el de mama y de próstata dependen del envejecimiento del tejido, lo que genera un mal funcionamiento celular, dando lugar a la enfermedad», explica Kepa Amillano.

Por otro lado, además de causas directas, como puede ser el tabaco en el caso del cáncer de pulmón, también existen factores sumatorios, como el estilo de vida. Sobre este último aspecto, el oncólogo indica que «una dieta poco saludable y el sedentarismo son factores predisponentes, aunque no podemos afirmar que directos».

«Los tratamientos dirigidos son una oportunidad para decidir el cómo y el cuándo, es decir, cuál es el mejor tratamiento y cuándo realizarlo»

Diagnóstico y tratamiento

«El diagnóstico molecular, es decir, no solo histopatológico (la morfología de la célula), sino todas las variantes moleculares y mutaciones que pueden estar relacionadas con la enfermedad, es la información que nos ayudará a definir el tratamiento contra el cáncer», asegura el oncólogo.

Él mismo indica que «disponer de tratamientos dirigidos, con una menor toxicidad para el paciente, contribuye a tener mejores resultados. Por ello, son una oportunidad para decidir el cómo y el cuándo, es decir, cuál es el mejor tratamiento y cuándo realizarlo». Así, asegura, «evitamos tratar una mosca a cañonazos».

«La investigación es indispensable para luchar contra la enfermedad, en cuanto a la efectividad de los tratamientos, menor toxicidad y, sobre todo, para identificar nuevas dianas terapéuticas, es decir, por donde atacar el cáncer con todas las armas disponibles».

Por último, detalla que «en el Hospital existe el Comité de Tumores en el que se reúnen especialistas de diferentes especialidades para hablar de cada caso. Es una pieza fundamental porque es donde se toman las mejores decisiones para cada paciente, favoreciendo un aumento de la supervivencia y la calidad y la efectividad de los tratamientos».

En cuanto a la evolución de la radioterapia, Kepa Amillano dice que «es uno de los tratamientos que más ha evolucionado, ya que del mismo modo que la cirugía, con un bisturí, intenta ser lo más precisa posible, con la radioterapia se eliminan de manera precisa y local las células cancerosas, evitando efectos colaterales en el paciente».

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