Maite Ruiz: «El Bierzo ha vivido una revolución vinícola como la del Priorat»

Su experiencia la ha plasmado en un libro

01 octubre 2022 19:53 | Actualizado a 02 octubre 2022 07:00
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Que la pandemia ha transformado situaciones y personas es una realidad que puede corroborar Maite Ruiz Arasa. La periodista de Santa Bàrbara no se lo pensó dos veces a la hora de hacer las maletas. «Coincidiendo con el confinamiento, me quedé sin trabajo. Como estábamos encerrados en nuestras casas, y tenía más tiempo, pensé en aprovechar la oportunidad para seguir formándome», explica. Desde un principio tuvo claro que no quería estudiar al uso, sino que «quería formarme por placer, sin dejar de lado el aprendizaje y el conocimiento que me pudiera aportar».

Entonces, confesa amante del mundo de la gastronomía –«he hecho cursos de cocina porque siempre me ha gustado preparar platos y experimentar»– y del vino –«desde el punto de vista del winelover»– decidió profundizar en el aprendizaje vinícola.

Como quien descorcha una botella, de cuyo interior emana la sinceridad y el esfuerzo que hay detrás de un vino, Maite Ruiz Arasa fue sincera consigo misma. «No quería ser sumiller, porque mi intención no era trabajar en un restaurante, y tampoco quería estudiar enología porque mi finalidad no era trabajar en una bodega». ¿A qué aspiraba? «A ampliar mis conocimientos sobre cultura vinícola, es decir, entender por qué es tan diferente un Bierzo, de un Rioja, de un Terra Alta», afirma.

Una vez claro el objetivo, fue a por todas y empezó a estudiar la certificación Wine and Spirit Education Trust (WSET). «De los cinco niveles, he superado el primero y el segundo, y ahora estoy preparando el tercero para obtener la certificación Wine Expert», explica.

Entre tanto, mientras estudiaba, también estableció lazos con otras personas apasionadas del mundo del vino, bodegueros y enólogos, a través de las redes sociales. En ese momento, coincidió, al otro lado de la pantalla, con Julio Calvo de la bodega 13 Viñas (Cubillos del Sil), en el Bierzo. «Por aquel entonces, y de esto hace ya un año y medio, Julio Calvo aspiraba a emprender un proyecto de recuperación de viñedos, fruto de la necesidad de conservar el patrimonio agrícola y natural. Su intención era buscar a personas que apadrinasen los viñedos, es decir, que anticipasen el dinero necesario para garantizar su conservación, mientras que la bodega asumiría los trabajos en el campo y la elaboración del vino», explica.

Así, desconectó la pantalla y aprovechó la oportunidad de ir al Bierzo, convirtiéndose en la primera madrina en adoptar un viñedo. «Además de afianzar conocimientos y aprovechando que me gusta escribir, en ese momento tuve la idea de abrir un blog, El viaje al centro del vino, donde empecé a plasmar toda mi experiencia, con la intención de facilitar información de la cultura vinícola, del día a día entre los viñedos, etc.», afirma la periodista, quien echa una lanza a favor de la payesía: «Como sociedad, algo hemos hecho mal cuando infravaloramos la agricultura, ya que no nos cuesta pagar por una camiseta el triple del coste de producción, y, en cambio, todo son excusas cuando se trata de unos tomates, un alimento que nos aporta salud y contribuye a cuidar patrimonio, el paisaje y la identidad del territorio», afirma Maite Ruiz Arasa.

Durante el último año y medio, la periodista no ha perdido detalle del cultivo del viñedo que apadrinó y del proceso de producción del vino, además de participar en la toma de decisiones. «El vino, etiquetado con el mismo nombre que el blog, ha seguido un proceso natural de elaboración, es decir, no contiene aditivos más allá de los sulfitos necesarios para su conservación. Es un vino joven mencía, que es la variedad característica del Bierzo, además de la zona de la Ribeira Sacra en Galicia», detalla. Y es que como el Priorat, la zona también fue, en su día, un diamante en bruto. «Del mismo modo que en el Priorat, en el Bierzo, Álvaro Palacios y su sobrino Ricardo Pérez Palacios descubrieron pequeñas parcelas que no se pueden industrializar y vieron la oportunidad de elaborar vino de calidad, como La Faraona que ha sido reconocido con 100 puntos Parker, que ha contribuido a que la gente se dé cuenta de la oportunidad de elaborar vinos de calidad, lo que contribuyó a la revolución vinícola del Bierzo».

La aventura le ha abierto las puertas de otras bodegas. Una experiencia que ha plasmado en el libro Bierzo. El viaje al centro del vino. «Coincidiendo con la etapa en el Bierzo empecé a visitar bodegas, cuyos reportajes incluyo en el libro», explica. De este modo, Maite Ruiz Arasa aúna su vocación como periodista y su devoción como winelover.

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