Una empresa cervecera alemana quiere revolucionar el comercio con la bebida alcohólica refrescante por excelencia con un aportación inaudita: cerveza en polvo. Solo hay que añadir agua, revolver y se puede disfrutar de una jarra o caña instantánea, como sucede con algunos tipos de cafés o limonadas que se ofertan en sobres.
La cervecera Neuzelle, ubicada en Brandeburgo, en el norte de Alemania , acaba de presentar la primera cerveza en polvo del mundo tras dos años de experimentos. Un proyecto financiado por el Ministerio federal de Economía y Protección del Clima y la Unión Europea. Bautizada comercialmente como Dryest Beer, la cerveza más seca, se encuentra aún en fase experimental y, según sus creadores, se produce igual que las demás, con productos naturales como cebada y lúpulo. Se trata de una cerveza especial rica en dextrinas, que es sometida a un proceso de secado hasta convertirla en un granulado o polvo.
Todo el desarrollo es absolutamente secreto, pero basta con unas cucharadas en un vaso de agua con gas -fundamental para las burbujas- para disfrutar de una de las bebidas que más se consume en el mundo.
"A la vista de la situación de nuestro medio ambiente este es el momento de cuestionar la producción clásica de cerveza", afirma Helmut Fritsche, gerente de Neuzelle, que recuerda que el 90% de esta bebida es agua.
La cervecera, fundada en 1589 en el monasterio cisterciense de la localidad de Neuzelle, trabaja en simplificar y el proceso técnico para la producción en polvo, con el fin de ahorrar al máximo en costes y recursos. Solventado el problema de las burbujas, uno de los retos será alcoholizar el producto, ya que el primer prototipo carece de alcohol.
Excepticismo inicial
"Sabemos que los clásicos bebedores de cerveza Pilsen y los entusiastas de las llamadas 'craft beer', sobre todo en Alemania, se muestran muy escépticos ante nuestro nuevo producto", reconoce Fritsche. "Pero no se trata solo de introducir un nuevo producto en el mercado, sino de cuestionar el modelo de negocio de la cerveza", apunta.
De esta manera, la empresa no contempla como cliente de su nueva cerveza en polvo al clásico consumidor, sino a empresas fabricantes "que pueden utilizar el granulado para elaborar y distribuir el producto final" añade.
Llevar cerveza en polvo a lugares remotos es, desde luego, mucho más económico que el envío del producto en botellas, latas o barriles. Se ahorran apreciablemente costes de transporte, pero también de almacenamiento, todo ello en beneficio del medio ambiente, ya que se reduce notablemente la huella de CO2. Está previsto que la nueva cerveza en polvo salga a la venta el próximo verano en Alemania y en otros países europeos.
Habrá que esperar hasta entonces para saber si con ella se soluciona el problema de acarrear con 20 botes de cerveza cuando se hace una excursión por la montaña o una ruta en barco. Lo único es no olvidarse del agua con gas.
