Un tribunal popular encontró culpable a un acusado de haber ocupado un piso mientras el inquilino estaba trabajando fuera. El magistrado ha impuesto al procesado siete meses de prisión por allanamiento de morada y nueve por hurto.
Los hechos ocurrieron en el año 2022 en un piso de la calle Unió de Tarragona, que su propietaria tenía alquilado a un hombre, según el contrato firmado el 16 de junio. A primera hora de la mañana del 14 de julio, el inquilino salió de la vivienda y marchó a trabajar, donde estuvo hasta las cinco de la tarde.
Mientras el inquilino estaba trabajando, K. S. G. M., solo o en compañía de otras personas, se personó en el piso portando una mochila, que contenida seis brocas, un taladro eléctrico con dos baterías, una luz frontal, un cuchillo, cuatro destornilladores, una navaja multiusos, un plástico transparente marcado de puertas de viviendas, una disco radial, un inflador manual, una pistola y un bote de poliuretano.
Una vez en el interior del piso, el acusado cambió el bombín de la puerta de entrada, por lo que fracturó la puerta. Cogió las pertenencias del inquilino y las bajó al portal del inmueble, aunque sustrajo algunos objetos.
Cuando llegó el inquilino encontró sus pertenencias fuera de su casa y no pudo entrar en el piso. Llamó a la dueña y posteriormente acudieron los Mossos. El ocupa les abrió la puerta y se marchó.