«Con la gratuidad de los billetes de tren me ahorraré 600 euros en cuatro meses»

Renfe ya ha expedido 18.100 abonos de media distancia gratis en la provincia de Tarragona. La medida ayuda a hacer frente a la inflación y promueve el uso del transporte público

14 septiembre 2022 19:10 | Actualizado a 15 septiembre 2022 07:00
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«Cuando anunciaron la gratuidad de los abonos de tren no me lo creía, era una oportunidad para ahorrar durante un tiempo y en los 15 años que llevo viajando con Renfe nunca me había pasado», explicaba ayer Agustí Busquets, mientras esperaba a las 7.26 horas en el andén de la estación de Tarragona el convoy que tres días a la semana le lleva al trabajo, en Barcelona. Desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre, los usuarios de Renfe pueden adquirir de forma totalmente gratuita los abonos de Cercanías y Media Distancia.

Se trata de una medida del Gobierno español para ayudar a la ciudadanía ante las dificultades económicas que se atraviesan derivadas de la inflación, y que se suma a otros descuentos en transporte público implantados por ciudades como Barcelona y Tarragona, también subvencionados por la administración central. En 15 días Renfe ya ha expedido hasta 18.100 abonos de media distancia en la provincia de Tarragona. En el conjunto de Catalunya se han emitido 335.000, 280.000 de los cuales para Rodalies, en Barcelona, y 50.000 para trenes regionales. De estos, 18.200 en Girona, 100 más que en Tarragona. En Barcelona 17.200 y en Lleida tan solo se han hecho 2.500 bonos gratuitos.

Como no podía ser de otra forma, los viajeros tarraconenses que se están beneficiando de esta ayuda se muestran contentos, pues en cuatro meses se ahorrarán una buena cantidad de dinero, y algunos incluso esperan que se amplíe durante unos meses más. Asimismo, aseguran que han notado un ligero aumento de los usuarios de tren respecto a cuando todavía no existía la gratuidad. De hecho, las primeras estimaciones del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana calculaban que el número de viajeros aumentaría entre un 15 y un 20%, con usuarios que cambiarían el transporte privado por el público.

«El resultado es que durante cuatro meses no tendré ningún gasto, iré a trabajar sin coste y para muchos bolsillos esto nos va muy bien», insistía Busquets, que celebra que «me ahorraré 150 euros al mes, 600 en total, y tal como están las cosas se nota». En el tren anterior había subido Marc Arbonès, que antes vivía en Barcelona y ayer era el segundo día que cogía el ferrocarril para ir a la capital catalana, donde trabaja presencialmente un día a la semana. «En total me ahorraré varios abonos de 10 viajes, que costaban unos 50 euros cada uno», sonreía el tarraconense, que a su vez se topaba con la realidad lamentando que «no durará siempre».

Los viajeros esperan que se mantenga la medida durante más tiempo o precios más reducidos

Del mismo convoy había bajado Brezo García, vecina de Vila-seca que trabaja en Tarragona y que también se está beneficiando de la gratuidad del abono. «Cuando lo anunciaron me pareció estupendo, es una ayuda muy buena y me sirve para ahorrarme 40 euros al mes», sostenía García. Como todos, espera que amplíen la duración de la subvención, o «que por lo menos rebajen los precios durante unos meses más, porque se nota mucho en el bolsillo y seguro que el que vaya a Barcelona, que es más caro, lo notará todavía más». Sobre el aumento de usuarios, García ha notado que «hay más gente, e incluso me he dado cuenta que han puesto más vagones, supongo que para hacer frente al mayor número de viajeros».

Quien también asegura que ha aumentado el número de usuarios es Toni García, vecino de Tarragona que viaja a la ciudad condal dos o tres días por semana por trabajo. «En la estación de Tarragona se nota bastante que hay más viajeros, y es normal, porque el ahorro es considerable, para mi de 160 euros al mes», dice. En su caso, al subir de forma habitual compraba el billete sencillo cada día, con lo que también agradece el hecho de poder ir directo al andén sin tener que pasar por taquilla. Con todo, y pese a desear que la gratuidad se mantenga más tiempo, García defiende que no hay que dejar de lado la necesidad de invertir en un buen servicio: «Lo que a la larga hará que la gente use el transporte público es que este funcione bien».

Usuarios que denuncian retrasos prefieren pagar por un buen servicio que viajar gratis por uno malo

Aunque también aprovechan la medida, hay otros usuarios más críticos con la gratuidad del tren. Es el caso de Jordi Torres, vecino de Torredembarra que cada día va a trabajar a Barcelona. «Para mi es una medida populista, después de todo lo que han llegado a subir los precios, pienso que lo hacen para desviar la atención», señala. En este sentido, denuncia que a menudo hay retrasos y el funcionamiento no es el mejor, con lo que prefiere que lleguen a la hora a que los billetes salgan gratis: «Pago 110 euros por el bono mensual, e ir en coche me saldría mucho más caro, por ello prefiero pagar los 110 euros y que llegue a la hora a mi trabajo que no tenerlo gratis y llegar tarde. Que inviertan en un buen funcionamiento».

Fidelizar usuarios

Esta medida, enfocada a paliar los efectos de la inflación, puede tener consecuencias positivas también en un mayor uso del transporte público en detrimento del vehículo privado, reduciendo así las emisiones contaminantes. Un ejemplo es el de Nil Morato, vecino de Tarragona que trabaja en Reus. Hasta ahora iba en coche y pagaba ahí una plaza de parking público mensual. Y ha cambiado el coche por el bus, el cual no es gratuito pero cuyo precio tiene descuentos de entre el 30 y el 50% según la comunidad autónoma o la ciudad. El que usa Morato es el interurbano, el cual la Generalitat bonifica con un 50%, una ampliación del 20% al 30% de subvención base aportada por el Gobierno español.

Tras calcular que se ahorraría alrededor de 100 euros mensuales, Morato ha apostado por moverse con transporte público, y parece que lo seguirá usando aunque a partir de 2023 vuelva a su precio habitual: «Seguramente seguiré utilizando el bus, estaba acostumbrado a ir en coche pero al probar el transporte público he visto que funciona bien y que seguiré ahorrando aunque quiten las bonificaciones. Es una medida acertada, porque además de ayudar a hacer frente a la inflación puede tener efectos beneficiosos para el medio ambiente».

Sobre esto habla también el subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan Sabaté: «Es una medida importante para paliar los efectos de la crisis económica, sobre todo en las clases medias y trabajadoras, con un esfuerzo muy importante por parte del Gobierno. Y a su vez también tiene que ver con la apuesta por favorecer el uso del transporte público, que es una estrategia de fondo del Gobierno, pues está completamente comprometido con los objetivos contra el cambio climático».

De hecho, Renfe estima que «además de la bonificación directa que supone al ahorro de los ciudadanos, esta medida comportará que los viajes en tren eviten la emisión de 120.000 toneladas de CO2 y el ahorro de 39,5 millones de litros de gasolina, si el transporte se hubiera realizado en coche. Y si se utilizara esta gasolina para generar energía eléctrica se podría abastecer a 120.000 hogares durante todo un año».

Comentarios
Multimedia Diari