Cuando la solidaridad de Tarragona traspasa fronteras

Un grupo de tarraconenses aportaron los recursos necesarios para reconstruir la escuela de Dienouncounda y hacer que Bourome disponga de agua

11 mayo 2023 19:41 | Actualizado a 11 mayo 2023 19:43
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Dicen que viajar abre la mente. Te permite descubrir nuevas culturas, idiomas, comidas y lugares increíbles. Hay quien viaja con el único objetivo de conocer mundo, pero, en cambio, hay quien lo hace con la intención de llevar a cabo proyectos solidarios y hacer del mundo un lugar mejor.

Roser Massó Virgili es un claro ejemplo de ello. Esta conoció las necesidades de diferentes poblados de Gambia a través de Etiene Jatta, un gambiano que ejerce como guía en este país.

Jatta le explicó que la escuela de Dienouncounda había quedado completamente destruida debido a una tormenta y que en el poblado de Bourome se habían quedado sin la bomba del pozo que suministraba agua.

Massó compartió la historia con siete tarraconenses más. Juntas tomaron la decisión de involucrarse en el proyecto para cubrir esas dos necesidades.

Es por eso que en 2022 llevaron a cabo varias charlas y recogieron las aportaciones económicas de diferentes contactos personales para enviarlas.

En el mes de octubres, las ocho impulsoras viajaron hasta el país africano para conocer de primera mano la realidad.

«Cuando llegamos, nos recibieron con música y bailes. Fue muy emotivo, aunque nos impactó mucho ver el estado en el que se encontraba la antigua escuela», comenta Empar Virgili, quien también viajó en esta primera ocasión.

Los hombres del poblado compraron el material necesario para rehacer la construcción. «Todo el pueblo estaba unido por un mismo objetivo. Creo que en los países europeos tendríamos que aprender y tomar como modelo su concepto de cooperación», añade Massó. Durante más de siete días, este grupo de viajeras conoció no solamente los maravillosos paisajes del continente africano, sino también a sus habitantes. Lo cierto es que volvieron a Tarragona con las pilas más que cargadas, dispuestas a continuar la labor iniciada.

Segunda visita

En el mes de abril, Massó se puso al frente del proyecto y organizó una segunda visita. Esta vez fueron diez las personas que se sumaron a la iniciativa. «La escuela ya está terminada, ahora solo falta el mobiliario y en Bourome ya disponen de agua. Los habitantes de la zona están muy agradecidos porque gracias al dinero donado se pudieron llevar a cabo los trabajos con éxito», asegura Maria Elena Virgili, quien viajó esta segunda vez.

Lo que seguro que no saben los habitantes de estos poblados es que las que realmente se sienten orgullosas y afortunadas son ellas, ya que esta experiencia les ha enriquecido enormemente.

«Poder formar parte de este proyecto me ha llenado el corazón. Es una de las experiencias más grandes que he vivido y no la cambiaría por nada. Si alguna cosa tengo clara es que esto no se acaba aquí. Volveré a Gambia para ver cómo se encuentran, porque para mí son como mi segunda familia», dice Massó. Con todo, seguro que tanto ella como las demás ya están pensando en cuál será el próximo proyecto que llevarán a cabo.

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