Los Mossos d’Esquadra del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de la comisaría de Tarragona detuvieron este pasado sábado a dos hombres de 41 y 44 años y con un extenso historial delictivo, como presuntos autores de un delito de hurto. Se apropiaron de una bolsa de mano de un hombre que contenía más de 8.000 euros en bitlletes de 50 euros.
Los hechos tuvieron lugar al mediodía en el Parc de la Ciutat de Tarragona cuando la víctima, un abuelo que se encontraba allá con sus nietos, sufrió el hurto de su bolsa de mano donde llevaba muchos euros en efectivo y el móvil.
Uno de los presuntos autores inició una conversación con el hombre para distraerlo, aunque al parecer no hablaba español la víctima, mientras el otro ladrón aprovechó para cogerle la bolsa de mano. A continuación los dos individuos se marcharon del lugar, sin que se percatara al instante de la ausencia de sus pertenencias.
Cuando se dio cuenta de que no tenía la bolsa de mano, se puso muy nervioso y buscó ayuda para denunciar lo ocurrido. Fueron los Mossos los que asumieron este hurto de dinero.
La víctima explicó con todo lujo de detalles a los dos falsos conversadores. Y a partir de la descripción del que se encargó de distraer a la víctima, empezó la investigación. Las primeras gestiones se centraron en poder identificar al sujeto y mediante la base de datos de Mossos, la víctima lo señaló con seguridad. Uno de los dos estaba identificado. Se trata de un sujeto conocido en el ámbito policial puesto que, desde enero del año pasado, acumula una quincena de detenciones por delitos contra el patrimonio parecidos.
Los Mossos activaron la búsqueda en diferentes direcciones y horas más tarde, una patrulla lo avistó cuando cruzaba un paso de peatones de la calle Prat de la Riba. Los agentes interceptaron y detuvieron a la persona, que a diferencia de las otras detenciones iba sospechosamente bien vestido.
Los mossos supieron que el detenido había utilizado parte del dinero sustraído esa mañana para comprarse una cazadora y unas deportivas. Los agentes encontraron la tienda donde adquirió el producto y gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad dieron con la descripción y la imagen del segundo sospechoso, también conocido por delitos contra el patrimonio.
Alrededor de las 23 horas del mismo sábado, los agentes pudieron localizar al segundo autor y detenerlo también en Tarragona, en una zona próxima a la N-340 en la entrada de la ciudad. En el cacheo le intervinieron 150 euros en efectivo que llevaba encima y otros 350 euros más escondidos cerca de donde se le arrestó. Por este motivo, los agentes lo detuvieron por un delito de hurto.
¿Y el botín?
Hasta la detención de los dos sospechosos, mossos recuperó uno 500 euros y habían comprobado que los dos detenidos habían utilizado cerca de 360 euros más para adquirir ropa en un establecimiento comercial. ¿Donde estarían los más de 7.500 que faltaban?
Al día siguiente, domingo por la mañana, con luz de día, los agentes volvieron al lugar donde habían detenido al segundo sospechoso, una zona con cañizos y escondites potenciales.
La intución no les falló y tras rebuscar, se encontró una bolsa de plástico escondida entre unas cañas con los 7.200 euros en efectivo restantes, un teléfono móvil y unas gafas. Solo había desaparecido la bolsa de mano. El contenido estaba allí a la espera de que pudieran salir los sospechosos de la detención y apropiarse de un suculento botín de dinero.
Los Mossos pudieron devolver tanto el dinero como el móvil y las gafas sustraídas a su propietario el mismo domingo, en menos de 24 horas después de haber sufrido el robo en el Parc de la Ciutat.
Los dos detenidos, con numerosos antecedentes policiales por delitos patrimoniales, pasaron ayer lunes a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Tarragona y la autoridad judicial decretó su libertad con cargos. Aunque sin el botín que esperaban recuperar a la salida de los juzgados.
