Han sido unas semanas de trabajo intenso en los muelles y de conversaciones todo apunta que fructíferas en los despachos. Y es que a día de hoy, tanto las empresas estibadores del Port de Tarragona como los representantes sindicales de los trabajadores coinciden en que se han producido «avances» en la negociación que debe facilitar un acuerdo entre ambas partes.
Uno de los aspectos que ha facilitado este acercamiento es que se procederá a aumentar la plantilla para asumir la carga de trabajo Asimismo, las empresas ayer emitían un comunicado en el que se informaba que se ha planteado «no disolver de manera inmediata Estarraco CPE (Centro Portuario de Empleo), del que son socias» y de «mantener el empleo actual y las mismas condiciones laborales y salariales, incluido el convenio», para la plantilla. Estas han sido dos de las principales demandas de los trabajadores durante todos estos meses, por lo que las empresas confían en que «estos y otros avances hacen confiar en pasos decididos hacia el acuerdo».
El acuerdo está a punto de cerrarse tras unas semanas con mucha actividad en el puerto
Así lo confirmaba también el presidente del comité de empresa, Jordi Inglés, quien aseguró que «estamos muy cerca» de poder firmar el acuerdo. Inglés defiende que «falta acabar de matizar todos los puntos» para que finalmente este sea una realidad. Asimismo, confía en que la situación está encarrilada y si no hay algún contratiempo que trunque las negociaciones, el conflicto podría cerrarse definitivamente en las «próximas semanas».
Las empresas defienden que fruto de este proceso habrá una «modernización» en el sistema laboral de la estiba, «en base a los cambios normativos provocados por las directivas europeas».
También apuntan que están abiertas a intercambiar ideas y propuestas para modernizar y mejorar los sistemas de trabajo, mediante nuevos procedimientos de planificación y organización de trabajo y la composición y distribución del personal de los equipos, «para superar las actuales disfunciones». «Esto permitirá una mayor eficiencia de los servicios prestados, así como una mayor adaptabilidad para atender los nuevos requerimientos de los clientes, la mejora de las condiciones de trabajo, y así lograr un sistema productivo acorde con el siglo XXI», añade el comunicado.
Han sido semanas intensas en las que la llegada de cereales ha alcanzado cifras récord. «Llevo 22 años y la cantidad de barcos y de trabajo no lo había visto nunca. Ha sido impresionante», decía Inglés. Uno de los aspectos es que al abrirse nuevos mercados de importación, a causa de la guerra de Ucrania, estos vienen de países más alejados y con mucha más carga, lo que implica más demanda de mano de obra para la descarga.
«La gente ha intentado trabajar todo lo posible, pero no se llega», indica el presidente del comité de empresa. Esto hace que en determinados momentos se hayan registrado problemas de capacidad en los almacenes e incluso de disponibilidad de camiones.
