El edificio desalojado el jueves en El Serrallo podría derrumbarse «en cualquier momento»

El Ayuntamiento da un plazo de un mes al propietario para que presente el proyecto que solucione el problema. Las familias afectadas denuncian que se sienten desamparadas

03 abril 2023 18:49 | Actualizado a 04 abril 2023 07:00
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El informe que ha elaborado el arquitecto municipal sobre el estado del bloque desalojado el pasado jueves en El Serrallo dice que «existen lesiones en fase terminal y el colapso –derrumbe– se puede producir en cualquier momento». Así de contundente es el informe, que también añade que la propiedad del inmueble tiene un plazo de un mes para presentar un proyecto que consiga solucionar los problemas estructurales. Antes deberá procederse al apuntalamiento para que, al menos, los inquilinos puedan ir a sacar sus pertenencias.

Las cuatro familias que fueron desalojadas el jueves tras producirse un boquete en el suelo de uno los pisos se encuentran alojadas en un hotel de la ciudad. Así lo tienen asegurado hasta dentro de diez días, cuando la aseguradora de la propiedad deberá darles una alternativa habitacional. Y es que cabe tener en cuenta que, según el informe del arquitecto municipal, «el único tratamiento posible» para la estructura es «la sustitución de las vigas». La cosa pinta que irá para largo.

Los hechos se remontan al pasado jueves por la tarde, cuando el suelo de uno de los pisos del inmueble cedía, mientras un operario estaba haciendo unos trabajos en una de las viviendas. Según el informe, que el suelo se hundiera no tiene ninguna relación con los trabajos del técnico. Guàrdia Urbana, Bombers y el arquitecto municipal se desplazaron hasta el lugar y desalojaron a las cuatro familias que vivían en el inmueble.

El informe del arquitecto municipal dice que las «vigas de madera están rotas, probablemente por el ataque de termitas», y deja claro que el desalojo era obligatorio.

El mismo documento ordena a los inquilinos a recoger todas las sus pertenencias en un plazo de 48 horas. «Nos han dicho que mañana podremos ir, una vez hayan apuntalado el edificio», dice José Luis Dios, el hijo de una de las afectadas, quien añade que «el problema es que no sabemos donde meteremos los muebles y nuestras cosas, si vivimos en una habitación de hotel», comenta Dios.

Otra vecina, Desi Dragova, explica que hace cinco meses que se compraron los muebles nuevos. «¿Qué hacemos? ¿Los dejamos allí para que se pudran? No tenemos donde guardarlos», dice, indignada. Por otra parte, el informe determina que debe apuntalarse el edificio y ordena a la propiedad a que «presente un proyecto (...) con la solicitud de licencia de obras, en el plazo de un mes».

Las familias, desesperadas

Las familias afectadas ya llevan cuatro días alojadas en un hotel de la ciudad. Están nerviosas y con ansiedad porque no saben donde irán a vivir dentro de diez días. «Nos han dicho que después ya veremos», dice José Luis Dios. Su madre tiene 65 años y sufre un principio de Alzheimer. «La pobre está totalmente desubicada y perdida con esta situación», explica. Cabe recordar que tanto ella como el resto de vecinos llevaban años y meses denunciando el mal estado de sus viviendas.

Otra de las quejas de los vecinos tiene que ver con las dietas. «Solo tenemos derecho a un a ensalada y bocadillo para comer y cenar. No podemos estar diez días comiendo así», dice Desi Dragova. En el caso de esta familia, se encuentran con otro problema. Tienen una mascota –un chihuaha– y no puede quedarse en el hotel. ¿Qué hacemos con él», se pregunta. Las familias están desesperadas: «Nadie nos da explicaciones, ni nos cogen el teléfono. Vamos vestidos igual que el primer día», aseguran.

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