El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha parado en Tarragona en su ruta catalana del cierre de campaña electoral. Procedente de Lleida, el presidente español ha bajado en la estación del Camp de Tarragona y se ha dirigido en coche hasta el Palau de Congressos, donde le esperaban en la sala Eutyches unas 400 personas.
El discurso de Sánchez, que ha durado 23 minutos, ha sido el colofón al acto de cierre de campaña de las municipales en la ciudad. Ha abierto los parlamentos Montse Adan, la número 2, ha seguido el alcaldable Rubén Viñuales y antes de dar paso al presidente del Gobierno, ha sido el líder del PSC, Salvador Illa, quien ha hecho el discurso previo a la intervención de Sánchez.
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El presidente ha centrado su discurso en temas de país y ha dado solo pinceladas de su presencia en Tarragona. Sánchez ha acusado al PP de «embarrar» la campaña electoral, a su juicio, con el objetivo de desmovilizar a la ciudadanía ante las municipales y autonómicas de este domingo 28 de mayo. «No quieren que vayamos a votar», ha lanzado.
Sánchez ha hecho estas declaraciones después del goteo de casos de presunto fraude de votos en distintos puntos de España aunque sin hacer una mención expresa.
«Hay que hacer de la campaña electoral un ejercicio de política útil porque aquellos que quieren hacer de la vivienda un pelotazo urbanístico, que quieren hacer y que buscan de la sanidad pública y la educación pública un negocio lo que no quieren es que vayamos a votar el próximo 28 de mayo», ha indicado en referencia al PP.
«Lo que quieren es que nos alejemos de las urnas, que no acudamos a nuestros centros electorales y por eso embarran la política, insultan, descalifican porque conocen muy bien las consecuencias del poder del voto», ha añadido. Por tanto ha pedido acudir «en masa a votar al PSOE» el domingo para defender la sanidad pública y el Estado del Bienestar.
De este modo Sánchez ha salido al paso del goteo de casos de presunto fraude electoral que han surgido en distintos puntos de España en plena campaña. El primero apareció en la ciudad autónoma de Melilla, donde fueron detenidas varias personas vinculadas con el partido Coalición por Melilla, socio del PSOE.
Posteriormente se produjeron otras operaciones de la Guardia Civil, sin relación entre sí, en Mojácar (Almería) y Albuideite (Murcia) por intento de compra de votos en los que detuvieron a varios integrantes en las listas del PSOE.
