Prueba piloto
en Campclar contra
la soledad no deseada

El programa ‘Comunitats contra l’Aïllament Social’ pone en contacto a voluntarios con personas que se encuentran solas, desde mayores a mujeres maltratadas o inmigrantes que han llegado sin familia

06 junio 2022 18:40 | Actualizado a 07 junio 2022 15:22
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«Ya sabíamos que existía, pero la pandemia puso en evidencia el problema que tenemos como sociedad con la soledad no deseada. Lo vimos especialmente con las personas mayores, pero no son las únicas que la sufren; hay muchos factores en juego», explica Rosa Sans, Cap del Servei de Programació i Dinamització d’Activitats de la Direcció General d’Acció Cívica i Comunitària del Departament de Drets Socials de la Generalitat.

Esta fue una de las motivaciones que hizo que el departamento iniciara el proyecto ‘Comunitats contra l’Aïllament social’ para implicar a la ciudadanía en la lucha contra la soledad. Para su puesta en marcha se pusieron en marcha dos pruebas piloto en el

Casal Cívic i Comunitari Montserrat d’Igualada y en el Casal Cívic i Comunitari Camp Clar de Tarragona. La guía metodológica fue desarrollada por la Fundación Avismon Catalunya y el diseño de la formación de los voluntarios se hizo con la Federació Catalana de Voluntariat.

Tras ver cómo ha comenzado a funcionar en estos dos municipios, se acaban de poner en marcha otros dos pilotos en Reus y Manresa. La intención ha sido incluir equipamientos de diferentes características, desde centros de mayores a centros cívicos. Además están ubicados en barrios con características socioeconómicas diversas. El siguiente paso, explica Sans, será hacer una evaluación para extrapolar el proyecto a toda Catalunya.

El casal cívic, el nudo

La principal motivación de que el núcleo del programa sean los centros cívicos tiene que ver con la idea de que la persona que sufre soledad no deseada se relacione no solo con la persona voluntaria que le acompañará, sino que se vincule también con el resto de la comunidad a través de las actividades que tienen lugar en los centros comunitarios.

En cuanto a las personas que se podrían beneficiar del programa se encuentran personas mayores solas, pero también mujeres víctimas de violencia de género que han tenido que cambiar de residencia, personas migrantes que no tienen una red de apoyo en la ciudad y menores que llegaron no acompañados, entre otros perfiles.

En el caso de que se trate de personas con problemas de movilidad el acompañamiento se hará en casa, pero igualmente se procurará que participen en actividades de los centros cívicos de manera telemática.

Colaboración ciudadana

En Campclar ya se ha contactado con entidades que colaborarán tanto en la detección de estas personas como en la aportación de voluntarios. Las entidades que se han comprometido son Vincle, el Casal l’Amic, Creu Roja y Fundació Onada. Están pendientes, además, de firmar un convenio con Serveis Socials del Ayuntamiento de Tarragona.

La intención, no obstante, es que sea toda la comunidad la que pueda detectar que hay vecinos en esta situación. Participarán de la red los centros de atención primaria, los servicios de atención a domicilio y cuerpos de seguridad, pero también farmacias y comercios. Cuando alguien haga la detección pasará la información al responsable del casal que iniciará el proceso de acogida. Por otra parte, las personas que necesiten el servicio también pueden dirigirse directamente.

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