El Ayuntamiento de Tarragona cerró el año 2022 con un superávit económico de 6,2 millones de euros y con un remanente de tesorería positivo de 5,2 millones de euros. Estos son los dos principales titulares que se deducen del informe de la liquidación presupuestaria que ha elaborado el viceinterventor general del consistorio –al que ha tenido acceso el Diari– y que ya está sobre la mesa del gobierno municipal (ERC-Junts per Tarragona-CUP) para incorporar estos recursos a las cuentas de este 2023. Este análisis se centra solo en la parte estructural del consistorio, sin tener en cuenta ni las empresas ni los organismos ni los patronatos públicos.
En global, el alto funcionario detalla en su análisis que, hasta el pasado 31 de diciembre de 2022, la corporación de la Plaça de la Font tuvo unos derechos reconocidos de cobro netos de 199,4 millones de euros, una cifra que es superior en 6,2 millones a los 193,2 que suman las obligaciones netas municipales. Pese a ello, el funcionario con un mayor rango en competencia económica alerta sobre la «necesidad de tener en cuenta el carácter no recurrente de determinados ingresos que no deberían financiar gasto estructural» para tener, de esta forma, «una base sólida que diera cobertura al gasto corriente comprometido».
Seis millones más a las empresas
En concreto, el viceinterventor destaca que –por lo que se refiere a los ingresos– la ocupación de suelo, subsuelo y vuelo por parte de las empresas suministradoras de energía se ha disparado en 3,8 millones de euros respecto a 2021 por el aumento del precio. Asimismo, en las licencias urbanísticas el aumento ha sido de más de 1,5 millones. Entre estos dos conceptos ya sumarían 5,3 millones extras respecto 2021, que compensarían sobradamente los 4 que se han perdido por la caída de la plusvalía (en 2,2 millones de euros), el IBI urbano (927.000 euros menos) o el IBI de características especiales (disminución de 956.000). Entre los principales aumentos que explican el buen resultado presupuestario cabe señalar los 2,9 millones de euros de aumento en la participación de los tributos del Estado o el incremento de 1,4 millones en subvenciones para programas de ocupación.
Asimismo, por lo que se refiere a los gastos, el informe del viceinterventor revela el notable incremento que el Ayuntamiento experimentó en 2022 en su aportación a las empresas municipales, que pasan de recibir los 29,9 millones de 2021 a los 35,8 de 2022, lo que supone 5,8 millones más, con un crecimiento del 19,7%. Especialmente destacable es el aumento en la Empresa Municipal de Transports (EMT), que pasa recibir 10,6 millones en 2021 a 14,4 en 2022 «por la subida del precio de la gasolina, la actualización de los salarios y el coste de mantenimiento de los vehículos», según detalla el concejal de Serveis General, Jordi Fortuny (ERC), quien también preside esta compañía municipal.
La mitad que en 2021
El resultado presupuestario de este año –6,2 millones en positivo– se sitúa en la mitad de los 11,4 y los 14,1 de 2021 y 2020, «cuando había los mayores efectos de la pandemia y se paralizó la actividad», recuerda Jordi Fortuny. Anteriormente, los balances de la Plaça de la Font siempre han sido positivos desde el año 2000 exceptuando, esto sí, 2009, con el inicio de la crisis de la burbuja inmobiliaria. Ese año el resultado fue negativo en 3,4 millones de euros, lo que privó al consistorio de poder acceder al crédito bancario.
«El resultado consolida la senda de ir rebajando deuda y situarnos dentro del límite legal en 2024», afirma Jordi Fortuny. En concreto, los 162 millones de deuda viva dejan al Ayuntamiento en una ratio del 86%, bastante cerca ya del 75% marcado por ley para dejar la tutela económica de la Generalitat.
Pagar a bancos y el día a día
Precisamente, la amortización de la deuda bancaria será uno de los tres ejes sobre los que pivotará el modificativo de crédito que servirá para incluir los 5,2 millones del remanente de 2022 al presupuesto de 2023. Esta cifra es prácticamente calcada a los 5,37 de 2021, pero se sitúa en la mitad de los 11 millones que el Ayuntamiento registró en 2020, y bastante por debajo de los 7,6 de un 2019 que fue el primer año con Pau Ricomà (ERC) en la alcaldía. En el último ejercicio de Josep Fèlix Ballesteros (PSC) el sobrante fue de 5,5 millones.
Fortuny indica que aún no tiene claro si la operación para incorporar los 5,2 millones a las cuentas de este año se podrá llevar a cabo en el pleno municipal del próximo 17 de marzo. «Estamos trabajando para ver cómo lo distribuimos, lo que está claro es que servirá para pagar créditos, aportar más dinero a la EMT y para gasto corriente», detalló el máximo responsable económico de la Plaça de la Font, quien ya respira más aliviado por la salud de las arcas locales cuando solo quedan 81 días para las elecciones municipales del 28 de mayo.
