Tarragona también prohíbe el acceso de patinetes al transporte público

La medida, de carácter temporal, entrará en vigor el 1 de febrero y durará seis meses

23 enero 2023 21:00 | Actualizado a 23 enero 2023 21:00
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Tarragona también prohibirá el acceso de patinetes eléctricos al transporte público a partir del día 1 de febrero. Los operadores han decidido seguir la misma medida que hace unas semanas se planteó en Barcelona, por lo que quedará restringido el acceso temporal de estos vehículos, tanto en autobuses urbanos, como en interurbanos y trenes.

Desde la Autoritat Territorial de la Mobilitat (ATM) del Camp de Tarragona se planteó esta opción, «aplicando un criterio de prudencia», a raíz del incidente ocurrido en noviembre en un convoy de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), cuando se generó un incendio mientras un patinete se estaba cargando.

El organismo de la Generalitat optó por «recomendar» su prohibición temporal, en una reunión con las empresas operadoras. Sin embargo, fuentes de la delegación del Govern aseguran que el conjunto de estas decidieron aplicar la prohibición.

La Empresa Municipal de Transports (EMT) de Tarragona decidía sumarse a esta prohibición, que no afectará a las sillas de ruedas eléctricas para personas con movilidad reducida. Así lo informó ayer la compañía en un comunicado, en el cual especificaba que la restricción afecta tanto a los usuarios de patinetes eléctricos, como al resto de vehículos de movilidad personal.

Polémica

La medida es objeto de polémico entre los usuarios de patinetes, algunos de los cuales ahora lo utilizan para ir a coger el tren o el autobús. Jaume vive en Barcelona y trabaja en Tarragona. Hace un año se compró un patinete para ir desde su casa a la estación de Passeig de Gràcia y una vez en Tarragona se subía de nuevo al patinete para llegar al puesto de trabajo, ya que «me pilla lejos de la estación». En pocos días deberá cambiar de hábitos.

«Tendré que adaptarme a las circunstancias y no coger el patinete», decía con resignación. Aunque la medida es temporal, cree que en seis meses no se levantará la prohibición. «Es posible que lo acabe vendiendo, porque no sé qué voy a hacer con el patinete», añadía.

Jaume es de los que utiliza el patinete en el primero y el último tramo de su desplazamiento para ir al trabajo. «Me iba perfecto y ahora supongo que acabaré cogiendo el coche, perdiendo más tiempo y costándome más dinero, porque si los horarios estuvieran bien coordinados podría coger el bus urbano y luego el tren, pero no lo están y aunque lo estuvieran, con los retrasos e incidencias que hay siempre es imposible.

El patinete por lo menos me daba la libertad en una parte del trayecto», lamentaba este usuario.

Intermodalidad

Los que habían integrado el patinete para ir a coger el tren no entienden la prohibición. «Esto no ayuda a la intermodalidad y al final uno tiene la sensación de que todo son inconvenientes, lo que provocará que más gente coja el coche y más contaminación», concluía Jaume.

Durante este periodo, las ATM de Catalunya se han comprometido en realizar un estudio, en colaboración con los agentes interesados en la seguridad del sistema de transporte (operadores, bomberos e institutos de seguridad de vehículos, entre otros). En este se analizarán las condiciones de uso y acceso con seguridad a los servicios de transporte público.

También se estudiarán con detenimiento los sistemas de carga, teniendo en cuenta que el recalentamiento de las baterías fue la causa del incendio en el interior del convoy, que obligó a parar la circulación del tren y evacuar a los pasajeros del interior. Este era el primer incidente de estas características que sucedía en España y el que acabó abriendo la caja de los truenos.

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