El Ayuntamiento de Tarragona endurece el control a sus empresas, institutos y patronatos municipales. En el año de mayor inestabilidad económica que se recuerda, con la inflación disparada y la incertidumbre sobre cómo evolucionará el precio de la energía a lo largo de este 2023, el consistorio ha decidido atar en corto a su estructura administrativa para evitar sorpresas como la de finales de 2022 con Mercats, cuando el pleno de la Plaça de la Font tuvo que aprobar en noviembre un modificativo de crédito de urgencia por valor de 400.000 euros para poder pagar el sobrecoste de la factura de la electricidad de la compañía que gestiona el Mercat Central y el de Torreforta.
Por ello, y como novedad, en el artículo 6.1 de las Bases d’Execució del Pressupost Municipal de 2023 se indica que, a diferencia de otros años, «mensualmente los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales y las sociedades mercantiles dependientes del Ayuntamiento tendrán que presentar un estado de explotación y un plan de tesorería con previsión de cierre».
Hasta el pasado 31 de diciembre, las compañías 100% municipales –EMT, Desenvolupament Econòmic (EMDE), Comunicació, Smhausa o Espimsa (ahora Mercats), así como los patronatos de Turisme y Esports y el Institut Municipal de Serveis Socials (IMSST)– debían presentar estos informes de manera trimestral. Sin embargo, con una inflación situada en estos momentos en el 6% –y que hace pocos meses llegó a los dos dígitos–, el gobierno municipal (ERC-Junts per Tarragona-CUP) ha apostado por triplicar este control financiero, pasando de los análisis cada tres meses a exigirlos cada treinta días.
«Estamos en un contexto volátil, la coyuntura económica puede fluctuar de una semana para otra, por lo que hay incertidumbre», indica el concejal de Serveis Generals, Jordi Fortuny (ERC), quien por esto exige al sector empresarial municipal que «pase cada mes lo que está gastando, cómo están ejecutando el presupuesto y la situación de tesorería». El objetivo de todo este control añadido es «poder subsanar cualquier desviación que se produzca con el tiempo suficiente y que no nos venga sobrevenido para tomar decisiones y reconducir estos posibles desvíos».
De hecho, en las cuentas aprobadas el pasado mes de diciembre ya se contempla un aumento del 5% en la aportación municipal a toda su estructura paralela. En este sentido, se pasa de los 33,7 millones gastados en 2022 a una previsión de 35,4. Especialmente significativo es el aumento del 19% en Mercats, que pasa de ingresar 2,7 a 3,3 millones de euros. En términos globales, es la EMT la firma que recibirá una mayor dotación económica, con 14,5 millones. Esta cifra es un 6,6% superior a los 13,6 millones que se destinaron en 2022.
Duro informe económico
La iniciativa de control económico que ha tomado el ejecutivo de la Plaça de la Font llega después de un duro informe del interventor municipal sobre el presupuesto de 2023. En el análisis, el alto funcionario pone sobre la mesa que el Ayuntamiento «tiene problemas para cubrir con ingresos corrientes sus gastos corrientes y la amortización de la deuda», por lo que «con el poco margen fiscal que hay», considera que «deben estudiarse medidas a tomar en el gasto municipal y estudiar la forma en la que se prestan los servicios para que sean más eficientes».
Entrando en el detalle de cada empresa, desde Intervenció se da un primer toque al Patronat Municipal d’Esports. «Se prevé un importante incremento de los ingresos del 18% y de 508.000 euros por el aumento de las personas abonadas, pero será necesario realizar un seguimiento mensual porque el incremento previsto es muy elevado», resalta en el informe económico. Asimismo, por lo que se refiere a Mercats, Intervenció duda sobre el incremento del 13% previsto en los ingresos por un descenso del 0,8% en los costes de explotación. «Teniendo en cuenta el incremento del coste energético, esta disminución de los otros gastos de explotación se valora difícil de alcanzar, y por tanto, difícil de cumplir», resalta el experto económico municipal, quien alerta de la necesidad de «realizar un seguimiento mensual durante el año 2023 y, en caso de que se encuentren desviaciones negativas, será necesario que por parte de la empresa se tomen las medidas oportunas para su corrección».
El informe del interventor municipal también es notablemente duro con la previsión económica de la EMT, en la que se preveía un 20% de aumento de la cifra de negocio por el incremento del billete sencillo de 1,50 a 1,90 euros. Tras subirse solo hasta los 1,60 euros, el pasado viernes el pleno aprobó una dotación de 594.000 euros para la Empresa de Transports. Pese a ello, en el análisis, el técnico de la Plaça de la Font indica que el presupuesto presenta «riesgos», ya que la previsión de ingresos «es de difícil cumplimiento» porque se contempla un aumento «muy elevado».
Finalmente, el funcionario reitera en el trabajo su opinión de que el ejecutivo local debe apostar por la «disolución y liquidación» de la Fundació Tarragona Cultura i Coneixement. En 2022, el técnico realizó un informe en el que exponía que el ente dependiente del Ayuntamiento «no efectuó ninguna actividad para desarrollar su objeto social», enfatizando que, según la legislación vigente, «estaría obligado a destinar, como mínimo, el 70% de las rentas y otros ingresos al cumplimiento de sus finalidades fundacionales». En ese documento el interventor detectó «graves déficits de gestión» y recomendaba «la liquidación». Ahora, en el análisis del presupuesto municipal de 2023 confirma sus apreciaciones. «Se reiteran las observaciones y las recomendaciones de lo citado en el informe de la auditoría de cumplimiento», afirma finalmente el interventor, quien, de esta manera, expresa sus serias dudas sobre las previsiones económicas aprobadas para el año de la inflación... y de las elecciones municipales del 28 de mayo.
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