La justicia de Tarragona emite cada día tres sentencias por conducir bajo la influencia del alcohol y las drogas. Es lo que se extrae de la última memoria de la Fiscalía General del Estado, relativa a 2021 y presentada esta misma semana. Durante el año pasado hubo un total de 1.229 resoluciones de ese tipo en la provincia, una cifra ya similar a las de los años previos a la Covid.
La misma Fiscalía, en su informe, cuando habla de delitos contra la seguridad vial señala «el muy notable incremento que experimentan todos los indicadores, tanto en el volumen de actividad judicial, reflejado en el número de procedimientos incoados, como en las cifras de acusaciones del Ministerio Fiscal y de sentencias judiciales de condena».
Y sigue el balance: «El aumento de procedimientos judiciales, acusaciones y sentencias condenatorias ha sido tan elevado que no es que volvamos a los niveles prepandemia de 2019, sino que se superan considerablemente, hasta el punto de que los indicadores estadísticos son los mayores de los últimos años, situándonos en cifras similares a las muy elevadas de 2011-2012».
Un 35% más de sentencias
En el global de España, han aumentado, por ejemplo, un 28% los delitos por negarse a realizar pruebas de alcohol y drogas y un 23% los de conducción bajo la influencia de estas sustancias. Esa inercia también tiene su reflejo en el balance de Tarragona. Se ha pasado de 254 diligencias en 2019 por decir ‘no’ a someterse al test a las 405 de 2021, un 60% más, y además hay que tener en cuenta las duras restricciones a la movilidad que hubo el año pasado. En 2018 fueron 273, una cifra también notablemente inferior a la del último año. Asimismo, crecen las sentencias contra los conductores que se negaron: de 121 a 164. Es un 35% más en ese intervalo de 2019 a 2021.
Ante este panorama, la Fiscalía, desde su preocupación, tilda de «desproporcionado» el volumen de delitos y apunta a «la existencia de unas cifras latentes de delincuencia vial que permanecen por encima de las restricciones a la movilidad».
