Agentes de la Unitat d’Investigación de los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Tarragona detuvieron el pasado miércoles a un hombre de 23 años como presunto autor de un delito de simulación de delito y otro de hurto.
El detenido denunció falsamente haber sido víctima el pasado 18 del pasado mes de mayo de un robo violento durante su jornada laboral. El hombre, que trabaja como repartidor, manifestó haber sido abordado por cuatro desconocidos en la calle Mar de Tarragona. Según su versión, le robaron todos los bultos que transportaba. El contenido de la carga estaba valorado en más de 3.000 euros.
Las gestiones de comprobación y las contradicciones posteriores ante los investigadores delataron al denunciante, quien finalmente admitió que se había apropiado ilícitamente de todo lo que debía repartir.
El detenido por ese caso en Tarragona quedó en libertad el mismo día con la obligación de presentarse cuando sea requerido ante la autoridad judicial.
Los investigadores detectaran esta práctica durante la entrevista con el denunciante o bien con otros testigos porque generalmente acaban cayendo en contradicciones, incongruencias o finalmente admiten la verdad. También porque el resultado de la investigación demuestra que estos hechos que se relatan nunca se han producido o que no han sucedido tal y como dice la persona que los denuncia.
Habitualmente, la finalidad de estas denuncias es conseguir indemnizaciones de las aseguradoras, ya que la mayoría de pólizas sólo cubren los bienes si han sido sustraídos con violencia o con fuerza.
Cabe recordar que simular delitos que no han sucedido y hacer denuncias falsas son delitos tipificados en el Código Penal y por tanto el autor puede ser investigado o detenido por estos hechos.
