El paso del Sant Ecce-Homo entrando en el Pla de la Seu, mirando de frente a la Catedral. FOTO: Pere Ferré
El Cristo del Buen Amor, y detrás, Nuestra Señora de la Amargura, con San Juan Evangelista. FOTO: Pere Ferré
Un aspirante de Nostre Pare Jesús de la Passió, junto un Armat. FOTO: Pere Ferré
Una familia observa a un niño durante la procesión. FOTO: Pere Ferré
La procesión más importante de la Semana Santa de la ciudad volvió ayer en total normalidad, tras la pandemia. Foto: Pere Ferré
Ha sido la primera vez que casi no había sillas en el recorrido de la procesión. Foto: Pere Ferré
Las calles de Tarragona se llenaron completamente para disfrutar de los diferentes pasos. Foto: Pere Ferré
