Aceite de oliva, oro en estado líquido

El aceite de oliva es nuestro oro en estado líquido. La base de una dieta sana y equilibrada e ingrediente fundamental de la dieta mediterránea que se caracteriza por sus numerosos beneficios para la salud. Mitad alimento, mitad medicina, como cuenta la tradición popular, es beneficioso para el aparato digestivo y cardiovascular, antioxidante, facilita el tránsito intestinal, es la mejor grasa para la alimentación infantil, previene el deterioro mental y tiene propiedades anticancerígenas, entre muchas más. 

Es un alimento fundamental en nuestra alimentación diaria. Una familia española de promedio consume anualmente unos de aceite de oliva. Esto equivale a unos 80 euros anuales en 2015.

Tarragona es la segunda región puntera en la elaboración de aceite de oliva en España. Se caracteriza por albergar tres Denominaciones de Origen Protegidas: la DOP Siurana, donde destaca la variedad arbequina, la DOP Terra Alta, con su famosa oliva empeltre, y la DOP Baix Ebre-Montsià, que tiene las variedades morruda, sevillana y farga. 

Tarragona es la segunda región puntera en la elaboración de aceite de oliva en España

En Catalunya, por volumen geográfico, hay menos arboles  que en Andalucía. Por esta razón, aquí se prioriza la calidad del producto. Lo que determina el gusto del aceite, aparte de la aceituna, son las condiciones donde se encuentran los olivos. La tierra, la temperatura, la humedad, no son las mismas en Catalunya que en Andalucía. Esto permite a las DOP de la provincia de Tarragona ofrecer un producto final de una calidad superior.

Por otro lado, el consumidor tiene una nueva forma de percibir este bien, lo que abre un abanico de posibilidades para el sector oleícola que ha decidido explotar esta imagen siguiendo la línea del sector enológico. 

Este concepto ha provocado que los productores se decanten por ofrecer más y más e incrementen su inversión en busca de un mejor producto. Las formas son varias: potenciando el márketing, el packaging, estilizando el envase pero conservando la funcionalidad e innovando en la forma de disfrutarlo, ya sea organizando catas, paseos por los olivos, masajes o tratamientos de belleza.

Inicio de la campaña
Ha llegado noviembre y nos encontramos ante una nueva temporada de aceite, en la que los productores empiezan a exponer sus primeros productos. La campaña óptima de cosecha de la aceituna será hasta enero, periodo en el cual el fruto está plenamente desarrollado antes de que caiga del árbol.

Antoni Galceran, presidente de la DOP Siurana, explica que se espera «una producción similar a la del año pasado. Si entonces fueron 4.700 toneladas, ahora serán sobre 5000, aunque es menos de lo que esperábamos por culpa de la sequía». «Llevamos años en que las lluvias son pocas y cuando caen son poco oportunas. Lo ideal sería que llegaran en septiembre y no en octubre como ha pasado recientemente», añade Galceran. 

«La calidad no se ha visto afectada y será muy buena -expone el presidente de la DOP Siurana-. La característica en este principio de campaña, cuando hay más porcentaje de oliva verde, es un aceite intenso, afrutado, entre picante y amargo. A medida que avance la temporada será más dulce».

Sobre la incidencia en el mercado, Antoni Galceran apunta que «el número de exportaciones está creciendo poco a poco. Por ejemplo, en los últimos años hemos pasado de tener tres entidades exportadoras a tener nueve y estamos en Europa, Asia, América, América del Sur y Oceanía».

El oleoturismo es una de las nuevas modalidades turísticas que tiene en el aceite como principal atractivo

Por otro lado, Josep Pere Colat, presidente de la DOP Terra Alta, tierra de secano, anticipa según las previsiones que «si el año pasado se perdió un 40% de la producción por culpa de la sequía, este año será superior». 

Respecto a la calidad Colat se muestra tranquilo: «Será de una calidad excelente porque la afectación de la mosca del olivo, el principal enemigo de la calidad del aceite, ha sido insignificante».

El oleoturismo es una de las nuevas modalidades turísticas tiene en el aceite como principal atractivo, siguiendo la línea del enoturismo con el vino. Josep Pere Colat, explica que «cada vez hay más agricultores que se abren al turismo: muestran sus instalaciones a los consumidores, permite a la gente urbana estar a pie de finca o catar el aceite en un entorno rural. El objetivo es que se dé a conocer el producto local».