Adiós a la celulitis con la carboxiterapia

La celulitis es una acumulación de grasa bajo los tejidos de la piel y se debe a múltiples factores, el principal de ellos es engordar y adelgazar de forma rápida. Para prevenirla conviene llevar una buena alimentación y mantener un nivel diario de ejercicio físico, e incluso una vez que la celulitis ya está ahí, el ejercicio y la buena alimentación ayudarán a mantenerla a raya.

Que los milagros no existen y las pócimas mágicas tampoco debería ser el punto de partida para quién busca una solución para su  “piel de naranja”, a menos que sea una intervención médica llamada carboxiterapia, que reduce casi en su totalidad la celulitis de todas las partes del cuerpo. Las opiniones sobre la carboxiterapia son muy positivas entre las mujeres que se han sometido a ésta práctica, ya que además no supone un riesgo ni un coste elevado.

A pesar de ello la desinformación sobre técnicas cómo esta convierten la intervención médica en algo por lo que muchas mujeres y algunos hombres no están dispuestos a pasar, ya sea por la misma naturaleza de la operación que les da temor, o ya sea por el tamaño de la cartera, que no se lo permite.

Estamos hablando de celulitis en avanzado estado, claro está, porque hay otros tipos de celulitis, por ejemplo, los que se manifiestan en muchas mujeres en la pubertad, que pueden eliminarse con drenajes u otros medios, pero cuando la fibra de la piel se ha roto hay poco que hacer.

Pero quienes la padecen buscan soluciones y las quieren ya, existen miles de métodos contra la celulitis, como son las cremas, remedios naturales e intervenciones, éstas últimas son las que ejercen más controversia, aunque también las más efectivas. De hecho la celulitis es el mal estético que más demanda de soluciones pide y de ahí que también existan métodos en el mercado de dudosos efectos.

La carboxiterapia es una intervención que reporta beneficios

Una de las alternativas más populares para su eliminación es la carboxiterapia, que consiste en la infiltración de CO2 en la piel, este método se ha ido popularizando entre las mujeres que desean mantener, además un rostro firme sin tener que entrar en un quirófano y consiste en inyectar el gas en la piel ayudándola a tensarse sin que el resultado final parezca un rostro de plástico, si no solo con más tersura, de modo que las arrugas pueden ir manteniéndose a raya.

Además sus beneficios son múltiples, ya que permite que se mejore la microcirculación de la zona y estimula la formación de vasos sanguíneos nuevos, entre otros más.

Para ello hay que encontrar un buen profesional que cuente con clientela y prestigio aunque cueste un poco más, porque han aparecido centros ilegales que lo inyectan pero, evidentemente no es lo mismo, ya que no es solo el gas el que hace el trabajo sobre la piel, sino también el método elegido para inyectar el producto. Y aunque hablemos de inyecciones y puedan surgir aversiones, solo se trata de inyecciones subcutáneas que van precedidas de un leve hormigueo.

Vamos, que lo que hasta hace poco solo se utilizaba para el rostro y el cuello también es eficaz contra la celulitis, aunque no definitivo, pero con las sesiones adecuadas de carboxiterapia, puedes pasar un verano sin complejos y mostrar tus piernas y vientre tersos, sin la maldita piel de naranja.

Al menos, con este método sabemos que no estás sometiendo a tu cuerpo a un producto tóxico, ya que el CO2 o dióxido de carbono es un gas vital para mantener la vida en la tierra.