Agustín Jiménez: 'El éxito emborracha'

- He leído que se define como ingeniero del entretenimiento.

- Es la forma de valorizar mi oficio, pero no deja de ser una de esas mierdas que dicen las madres. Los que nos dedicamos a esto nos pasamos las 24 horas pensando en cómo entretener a la gente.

- Podríamos llamarle también un multiusos del escenario.

-Nos han entrenado para eso. Necesitas esa formación, una preparación intelectual para ejercer ahí arriba. El actor, al final, aparenta.

- Pero el talento se tiene o no se tiene.

-Luego está ese elemento que flota por ahí, que es invisible que cierto, se tiene o no se tiene. Llámale talento o como quieras. Todo el mundo sueña con tenerlo.

- Oiga, pero no todo el mundo es gracioso.

-Pero todos nos creemos que sí. Por contar un par de chistes no eres un cómico. Que abras con un cuchillo a alguien no te hace cirujano.

- La gente cada vez invierte más en humor, en risa. ¿Qué siente?

-Lo que realmente me emociona es ver a chavales de 17 años que te vienen y te dicen que quieren escribir, que tienen su propio trabajo, su material. Eso es muy grande.

-Se le considera el impulsor del stand up en España.

-No lo sé. Lo que sí te aseguro es que hay mucho curro detrás. Ibas a un propietario de un local y él te preguntaba: «¿Qué vas a hacer? ¿Eres mago? ¿No jodas que vas a estar hablando una hora?» Siempre he ido con mi material y ahora el monólogo se encuentra mucho más consolidado.

- ‘Intento olvidar sin recurrir al alcohol’, ha escrito.

-El éxito emborracha. Cuando tienes trabajo y no paras de subirte al escenario todo fluye, te comes el mundo, pero hay momentos en los que nadie te llama. Cuando aparecen intento evitar demasiado el alcohol para olvidar. El alcohol también jode carreras. Sigo yendo a actuar a los locales pequeños.

- Locales como City Hall, donde va a actuar el jueves. ¿Qué le ofrecen?.

-Te dan mucha cintura. Manejas al público de una forma distinta, en un ambiente relajado. Nunca he dejado esos lugares ni los dejaré. Son mis preferidos. La cercanía, conversas y trabajas con el público y encima te dan al dinero al acabar, que no está mal.

- La última. ¿La carretera es adrenalina para el artista?.

-Un artista sólo crece en la diversidad y en conocer a los demás. Necesita ver mundo y esa adrenalina resulta necesaria para progresar. No se ríen en todos los sitios igual. Este trabajo implica que a veces mis hijos se vengan conmigo por ahí, porque no paras de dar vueltas, no estás quieto.