Aquí huele a cómic

Esta librería no sólo es la única de la ciudad especializada en cómics, sino un punto de encuentro obligado para amantes del género y curiosos

14 septiembre 2017 07:01 | Actualizado a 10 octubre 2017 20:05
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¿A qué huelen los cómics? Miguel Ángel García no lo sabe con certeza, aunque tal vez justo por eso muchas veces, cuando le llega un pedido, no puede evitar hundir en él su nariz. Miguel Ángel, junto con su hermano Pablo, regenta Tarraco Cómics, una librería especializada que abrió en la calle Gasometre de Tarragona hace ya 23 años.

Aunque basta con entrar para darse cuenta de que se trata de mucho más que una tienda a la que se viene a por un artículo en particular. La prueba: un par de adolescentes que lleva un buen rato ojeando libros de manga no parece tener prisa. Ismael López, de 16 años, reconoce que podría perfectamente pedir lo que quiere por internet, «pero lo que me gusta es pasar por aquí; no puedo explicarlo, pero este sitio me relaja», dice.

Por aquí pasan desde adolescentes hasta una señora de 92 años... Uno de los clientes cuenta que dedica 10 horas cada fin de semana a leer cómics

Y la conversación no falla
A esto contribuye, casi con toda seguridad, el hecho de que Miguel Ángel y su hermano son conversadores incansables que se toman muy en serio su trabajo: «No se trata sólo de vender, sino de informar», explica, aunque en el transcurso de la conversación también cuenta que hay que ser «un poco psicólogo» para entender los gustos del cliente. Y siempre con la ventaja de que «aquí la gente se suelta… Llegan de buen rollo».

A diferencia de otras librerías, que se centran en un tipo de cómic específico, aquí hay de todo, lo que hace que sea casi imposible saber cuántas sagas tienen disponibles: sólo de Marvel son unas 280; de DC, unas 175; de cómic europeo, más de 200... Incluso con la ayuda de los clientes Miguel Ángel no es capaz de sacar la cuenta. Eso sí, aunque explica que tiene una memoria pésima, asegura que  se acuerda perfectamente de los protagonistas de todas las sagas que tiene en la librería.


La clienta de 92 años
Cuando se le pregunta por el perfil de sus clientes (a la mayoría los saluda con familiaridad), explica que aunque desde fuera existe la percepción de que los cómics son cosa de niños, nada más lejos de la realidad: «El 70% de mis clientes pasan de los 30 años». Eso sí, la palma se la lleva una clienta que tiene 92 años, «le gusta Marvel y es un diccionario andante. Cuando viene me siento a escucharla; imagínate la cantidad de cómics que puede haber leído a lo largo de su vida», relata.

No faltan los clientes fieles, como José Luis Murguia, que pasa por lo menos dos veces a la semana a buscar las novedades. Tiene 52 años y colecciona cómics desde que tenía 8. Le gusta todo: el cómic americano, el europeo... Y colecciona muchas sagas desde siempre, pero también se apunta a nuevas y a reediciones de cómics clásicos. Le preguntamos en qué momento lee todo lo que compra y dice que, además de un rato por las noches, se dedica unas cinco horas el sábado y otras tantas el domingo a su afición. 

Miguel Ángel asegura que tiene anécdotas para escribir un libro, como la del día que una niña con un trastorno del espectro autista fue a la librería. Su madre avisó que la dejaría allí un momento. Al cabo de un rato la niña comenzó a hablar con él de los cómics que le gustaban; cuando se iban se despidió de la niña por su nombre. La madre se dio la vuelta extrañada y casi le recriminó: «¿De qué conoce a mi hija?»... Luego le explicaría que la niña sólo hablaba con ella y con su psicólogo.

También llegan nuevos lectores, llamados por las series de televisión, las películas, internet... Y también  más de una madre que cuenta que sus hijos, alumnos tirando a malos, han mejorado en los estudios después de aficionarse a los cómics... Eso sí que son superpoderes.

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