Ara Malikian: El violinista que fue un refugiado

A Ara Malikian le han premiado en España, Alemania, Italia, Francia, Serbia, Estados Unidos y Japón. Y fue nominado a los Grammy Latino en 2015. Su arte rompe fronteras al mismo ritmo frenético con el que toca el violín. Su música es minoritaria, pero su público es masivo. Llena allá por donde va. Sold out. Desde hace semanas están agotadas las entradas para sus conciertos de hoy y mañana en el Teatre Fortuny de Reus. Y eso que hace nada, el pasado verano, actuó en el Festival d’Estiu de Tarragona –en el Camp de Mart–. También llenó.

Su espectáculo La increíble historia del violín seduce a los tarraconenses. Quizá porque el artista desnuda su alma sobre el escenario. Muestra esa inagotable inquietud musical y humana que le han llevado a profundizar en sus propias raíces armenias y asimilar la música de otras culturas: del Medio Oriente (árabe y judía), Centro Europa (gitana y kletzmer), Argentina (tango) y España (flamenco). Siempre dentro de un lenguaje muy personal con el virtuosismo y la expresividad de la gran tradición clásica europea.

Malikian está pegado a su violín desde que tenía tres años. Lo tocaba mientras caían bombas en Beirut duante la guerra civil del Líbano –país donde nació en 1968– y cuando huyó de aquella barbarie, en 1984, y fue un refufiado en Alemania. Sigue a su lado en Madrid, donde reside actualmente.

Su padre, también violinista, le enseñó a mimar ese instrumento cuando era un niño. Y ya no se ha separado de él. Juntos han viajado a lo largo de los años por todos los géneros musicales que iban aprendiendo allá donde paraban. Viajar, oír, fusionar, así hasta llegar al rock y la música pop. Dio su primer concierto importante con 12 años y con 15 fue el alumno más joven admitido en la prestigiosa Hochschule für Musik und Theater Hannover, en Alemania.

Malikian ha demostrado desde siempre un especial interés por acercar la música a todos los públicos, tanto clásica como no clásica. Desde 2006 colabora con la Fundación Non Profit Music y el compositor madrileño Jorge Grundman en la creación de la orquesta de cámara Non Profit Music Chamber Orchestra, dedicada a difundir la obra de compositores contemporáneos dentro de la llamada Nueva Música Consonante. Y con la compañía Yllana ha creado y coproducido el espectáculo PaGAGnini(2008) en el que se hace una revisión en clave humorística y teatral de piezas cumbre de la música clásica, de autores como Sarasate, Manuel de Falla, Luigi Boccherini, Johann Pachelbel, Shigeru Umebayashi, Mozart, Serge Gainsbourg y Paganini.

Su prestigio y fama internacional le permiten, además, participar en proyectos destinados a mejorar la vida de las personas más desfavorecidas, sobre todo niños. Cada año colabora con la ONG Acción contra el hambre.