Aurora Beltrán: 'El acústico te desnuda'

Entrevista a la artista y exlíder de Tahúres Zurdos

19 mayo 2017 19:33 | Actualizado a 21 mayo 2017 20:40
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-¿Qué fue de aquella rockera que lideró a Tahúres con esa voz rasgada tan peculiar?

- Cuando dejé a Tahúres, en 2004, empecé mi carrera en solitario y eso te obliga a empezar de cero. En los tiempos que corren se trata de conservar el tipo, aunque tampoco me quejo. Puedo seguir viviendo de la música, que es lo que más me gusta.

 

-Entonces, habrá necesitado reencontrarse con los inicios. Conciertos en salas pequeñas, giras reducidas.

- En realidad nunca he perdido esa visión. Siempre he mantenido los pies en la tierra. Con el vértigo de Tahúres jamás perdí el norte. Tuvo sus cosas buenas pero también su lado malo. Hay cosas que no se pueden pagar con dinero y que te las pierdes porque estás metida de lleno en tu carrera. En cambio, ahora puedo disfrutar del formato acústico, que siempre me ha gustado mucho.

 

-Precisamente, el viernes, en Cal Massó (Reus), ofrecerá su versión más íntima.

- Con el acústico estás solo ante el peligro. Te desnuda ante la gente. Es una prueba de hierro para cualquier músico. Muestra de qué pie cojeas. En el acústico estás tú y la gente. Nada más. Ya con Tahúres solía hacer algunos porque siempre me ha encantado. Creo que todo músico debe pasar por ese formato.

 

-¿No echa de menos una gira con una banda de rock and roll?

- Después de Tahúres formé una banda pero tengo que ser honesta con la gente que está alrededor de mí. Siempre he sido así. Ahora, en la situación que vivimos, cuando ofreces tus servicios a las salas, les sale más a cuenta un concierto en acústico que trasladar a un grupo de músicos. Y a mí no se me caen los anillos por tocar yo sola o con 20, 30 o 40 músicos. Hubo un tiempo que nos vendieron que con interne todos íbamos a ser estrellas y casos como el de Justin Bieber existen uno entre un millón de personas.

 

-¿Qué queda de aquella mística; sexo, drogas y rock and roll?

-Eso pudo existir, pero hubo gente con no llegó a los 27 o 28 años. Va a personas y carácteres. Si te hablo de mi caso, si después de cada concierto hubiera cometido un millón de excesos, ahora mismo no podría permitirme esto. Creo que etiquetar a un músico con eso no es justo. Porque existe gente muy honesta que se cuida y ama su trabajo. Luego también he encontrado a gente con mucho talento que no son buenas personas.

 

-¿Le molesta que la relacionen exclusivamente con Tahúres Zurdos?

-Para nada, es una etapa de la que me siento especialmente orgullosa. Ese grupo lo formamos mi hermano Lolo y yo y el noventa por ciento de las canciones las escribí yo. No puedo renegar nunca de esa etapa, porque lo aprendí casi todo. De hecho, muchas de las canciones las interpreto ahora, en mi gira en formato acústico.

 

-Oiga, los himnos más emblemáticos de Tahúres parece que no tengan tiempo.

-Cuando empecé en esto, mi aspiración fue la de crear canciones intemporales y creo que lo he conseguido. Para mí el trabajo de un músico debe huir de las modas, porque las modas son pasajeras. Pasan. En cambio, las canciones, para mí, deben perdurar en el tiempo. Tengo la suerte de que hoy todavía me piden esas canciones con el mismo entusiasmo.

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