Este año serán 175 equipos los que desafiarán el sentido común, al proponerse llegar a las playas de
Essaouira después de 4000 kilómetros conviviendo en el estrecho habitáculo que supone el Panda, sin
wifi durante toda una semana, con el desierto como único horizonte y la ilusión como gran compañera.
Un respiro a la rutina diaria que pondrá a prueba sus capacidades en una aventura al más puro estilo de
los rally raids, seña de identidad de Panda Raid, que a pesar del paso de las ediciones se mantiene fiel a
sus principios. Cada edición es una experiencia única, siempre con algo nuevo que puede sorprendernos
tras la esquina.
Un viaje en el tiempo en el que el GPS no tiene cabida, a cambio el road book, el mapa y la brújula
toman protagonismo. Los participantes tendrán que hacer uso de su intuición para demostrar que esta
obra de la ingeniería mecánica, que es el Panda, no solo sabe salir airoso de los tumultuosos callejones
urbanos, sino que es capaz de circular entre las dunas del desierto y las tormentas de arena.
Pero nadie está solo en esta aventura, ya que en Panda Raid predominan los valores de colectividad y
compañerismo: entre los participantes, la organización y los lugareños. Buena muestra de ello es la
solidaridad de los equipos cuando se ayudan mutuamente, y principalmente, al entregar cada uno 20
kilos de material escolar a los colegios del sur del país en colaboración con la ONG “Asociación Camino
del Sur”.
También se repetirá la novedad de la pasada edición, el Panda Raid REAL LIVE, en el que se podrá hacer
un seguimiento de los equipos a tiempo real, así los familiares y amigos podrán vivir de cerca la
situación de ese Panda en medio de la nada.
Panda Raid es el claro ejemplo de que no hace falta mucho para soñar y descubrir, que con ilusión y un
Panda se puede llegar donde nunca habíamos imaginado. Este desconocimiento, de lo que es recorrer
los desiertos de Marruecos en un Panda, permitirá soñar a los participantes: ¿Qué lugares visitaré?
¿Cuánto aguantará el Panda? ¿Es por la izquierda o por la derecha? ¿Dónde estará la próxima dificultad?
¡Qué incertidumbre...! La aventura se impone.