Bao Bao, la última protagonista de la 'diplomacia del panda' entre China y EEUU

Este tipo de diplomacia fue muy practicada por el Gobierno chino entre las décadas de los 60 y los 80 del pasado siglo, período en el que regaló más de veinte pandas a hasta diez países

19 mayo 2017 16:16 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:21
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

 El regreso hoy a China de la panda gigante Bao Bao, la última protagonista de la 'diplomacia del panda', muestra la cara más amable de las relaciones entre el país asiático y EEUU tras la elección como presidente de Donald Trump en noviembre.

Esta hembra de panda gigante, de tres años y medio de edad, ha llenado las portadas de la prensa estadounidense en los últimos días con motivo de su traslado al Centro de Conservación e Investigación del Panda Gigante de China, en Chengdu (suroeste).

La pequeña Bao Bao -'bebé' en chino- es nieta de Ling-Ling y Hsing-Hsing, una pareja de pandas que Mao Zedong regaló al presidente Richard Nixon tras su histórico viaje a China en febrero de 1972, de cuyo inicio hoy se cumplen 45 años, un hito que marcó un punto de inflexión en la conocida como 'diplomacia del panda', que hasta entonces había tenido escasa repercusión.

Aquella era la primera vez que un presidente de EEUU visitaba la República Popular de China (RPC) tras más de dos décadas sin relaciones entre ambas potencias, en lo que fue auténtico golpe de efecto en las relaciones internacionales de la época.

El gigante asiático se dio cuenta de la admiración que causaban los pandas, especialmente en los países occidentales, por sus divertidas maneras y su entrañable aspecto, por lo que aprovechó para convertir a estaos animales en su símbolo y para proyectar una una imagen más amable de China en el exterior.

"Las relaciones entre los países no sólo funcionan a nivel político y económico, sino también a nivel social y cultural", explicó a Efe Zhu Feng, experto en Relaciones Internacionales de la Universidad de Nankin, en el este del país.

El profesor considera que "China utiliza a los osos panda como un embajador de la cultura" y destacó que "aunque Bao Bao sea ahora la protagonista más visible de la diplomacia del panda, en China tenemos acuerdos con muchos otros países, como Japón".

Este tipo de diplomacia fue muy practicada por el Gobierno chino entre las décadas de los 60 y los 80 del pasado siglo, período en el que regaló más de veinte pandas a hasta diez países, entre ellos Reino Unido, la antigua Unión Soviética o España.

El Zoo de Madrid recibió en 1978 dos machos, Chu Lin y Chang Chang, regalados durante una visita de Estado de los Reyes de España. Otros dos, Bing Xing (macho) y Hua Zui Ba (hembra), llegaron en 2007 como regalo a la reina Sofía.

Fue a partir de 1984 -año en el que los pandas gigantes fueron declarados especie en peligro de extinción- cuando China estableció un sistema de préstamos de pandas en vez de regalarlos a países con los que quería manifestar una relación especial.

En los años 90, sendas parejas de pandas fueron enviadas a zoológicos extranjeros bajo préstamos a largo plazo, por los que China exige hoy día alrededor de 1 millón de dólares (unos 950.000 euros) anuales durante 10 años, es decir 10 millones de dólares (9,5 millones de euros) por década.

"La estrategia funciona gracias a que los pandas se ven como criaturas ajenas a la política", señaló a Efe Elena Songster, historiadora estadounidense y autora de un libro dedicado a las políticas forestales en los bosques de Fujian, en China.

Songster explicó que "ya en los años 40 el gobierno del Kuomingtan -el partido político que dirigió China entre 1927 y 1949- regaló un panda a EEUU tras la Segunda Guerra Mundial como gesto de gratitud", mientras que la RPCh lo hizo a partir de los años 50 "con otros socios comunistas".

Uno de los casos más sonados en los últimos años fue el de la vecina Taiwán, que bajo la presidencia de Ma Ying-yeou en 2008, dejó a un lado las disputas con China sobre su soberanía y aceptó dos pandas como regalo abriendo la puerta a nuevos lazos económicos que se materializaron en nuevas rutas de transporte.

Está previsto que Bao Bao, que salió de Washington el martes, llegue en la noche de hoy miércoles (hora local) en Chengdu tras un vuelo directo de 16 horas, en el que ha estado atendida por un guardián y un veterinario pendientes de alimentarla con más de 27 kilos de bambú, manzanas, peras y boniatos.

La panda pasará un mes de cuarentena antes de unirse al programa de cría que dirigen el Zoológico Nacional de Estados Unidos y la Asociación China para la Conservación de la Vida Silvestre (CWCA, en inglés), pensado para dar continuidad a esta especie, tan inactiva sexualmente.

Comentarios
Multimedia Diari