Los alumnos del ciclo superior de Caracterización y Maquillaje Profesional del Institut Cal·lípolis demostraron que son capaces de transformar realidades y crear ilusiones partiendo apenas de tres elementos: cuerpos desnudos, pintura y mucha paciencia. Fue en el marco de la octava muestra de imagen corporal que se celebró ayer. Allí los estudiantes, veinte este curso, mostraron sus creaciones al numeroso público que se dio cita en el teatro de la antigua Universidad Laboral.
La profesora Lourdes Sánchez, jefa de estudios de Imatge Personal, explicaba que se trata de un ciclo que se ha convertido en superior en este curso, y cuya salida profesional es, principalmente, el mundo del espectáculo y el audiovisual.
Ya van por la novena promoción y, aunque reconoce que la industria audiovisual, como tantas, no escapa a los efectos de la crisis, los alumnos van haciendo trabajos y, sobre todo, luchando y tratando de emprender.
De hecho, un grupo de egresados ha constituido una cooperativa, ‘Vision Fes’, para ofrecer sus servicios. De momento han trabajado especialmente en publicidad y en cortometrajes. «Hay que buscarse mucho la vida, pero para abandonar siempre hay tiempo», explica Aitor Rodríguez, uno de los componentes.
Y es que, aunque ayer la muestra estaba centrada en el maquillaje corporal o body painting, los alumnos se preparan para hacer todo lo que concierne a la creación de personajes, incluyendo, por ejemplo, el maquillaje con prótesis que elaboran ellos mismos en el taller. También, claro está, aprenden a recrear todo tipo de efectos especiales, como simular lesiones. De hecho, alumnos, exalumnos y profesores han sido los responsables del maquillaje de la película Barcelona 1714, de Anna Bofarull.
El espectáculo de ayer, en el cual también participaron estudiantes de Estilismo y Actividades Físicodeportivas, se estaba preparando desde octubre. Eso no quitó que los modelos sobre los que se pintó, muchos bailarines, tuvieran que pasar desnudos por sesiones de maquillaje de más de tres horas. «Menos mal que hace bueno», dejaba escapar una.