Cadáveres en la bodega

La Teca Teatre de Cambrils celebra su medio siglo sobre los escenarios con un clásico popularizado en el cine por Frank Capra y Gary Grant

19 mayo 2017 15:50 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:21
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En una noche oscura y tenebrosa de 1966 alguien creó el colectivo Grupo de Teatre del Casal. Nos dedicábamos, básicamente, a representar obras de teatro clásico catalán tipo He mort el llop!, De genolls en terra, Satanàs!, Repica que pica, fes dagues, daguer!» En 1984 cambiaron de «rollo después de una gran farra y un poco de humo».

Ya no se llamaban Grup de Teatre del Casal, sino La Teca Teatre. «El cambio no fue solo de nombre. Evolucionamos, nos renovamos por dentro y por fuera, como el bífidus». Yasí siguen. 51 años después de su formación, estos cambrilenses adictos a los escenarios continúan representando funciones allá donde les llaman.

La obra con la que andan ahora es una adaptación del clásico de Joseph Kesselring Arsènic i puntes de coixí, popular por la versión cinematográfica dirigida por FrankCapra y protagonizada por Gary Grant en 1944. La pieza de teatro se estrenó en el Fulton Theatre de Broadway en 1941. Es una comedia negra delirante sobre dos ancianas que tienen un concepto muy peculiar de la caridad humana. Todos los hombres mayores y solitarios que se instalan en su casa de huéspedes acaban muertos y enterrados en la bodega.

El caos se desata cuando su sobrino, enamorado y a punto de casarse, descubre el pastel e intenta disuadirlas de sus extraños métodos caritativos. A eso se le suma un hermano pirado que cree es militar, una novia y un visitante inesperado y siniestro. El resultado es un vodevil que creó escuela.

Se trata de un espectáculo de gran formato con una docena de personas sobre el escenario. La versión de La Teca está protagonizada por Montse Parra, Carme Pascual, Joan Ortoneda y Pep Pellicer y dirigida por Tere Franch.

«Nos gustan los textos incisivos, divertidos, que conectan con el espectador de una manera directa. La escenografía se ha reducido a la minina expresión. Es casi minimalista, inexistente», asegura este colectivo, que entiende el teatro como «una forma de comunicación, un juego, una manera de vivir y de ver el mundo. Y lo que es más importante, queremos divertir y divertirnos. Este es nuestro espíritu».

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