Caídas que no hacen un pelo de gracia

Una cuarta parte de las mujeres sufre alopecia. El impacto psicológico es tan importante que algunas pacientes con cáncer renunciarían al tratamiento por miedo a perder el cabello

19 mayo 2017 16:34 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:34
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Un 70% de los hombres y un 25% de las mujeres sufre algún tipo de alopecia y no, no es un tema menor. Si no, basta con escuchar al dermatólogo y tricólogo (especialista en el diagnóstico y tratamiento del cabello) Sergio Vañó: «En la Unidad de Tricología del Hospital Ramón y Cajal estamos haciendo un estudio de la afectación de la calidad de vida en pacientes con alopecia y estamos observando el gran impacto negativo que produce. Incluso una de cada 20 mujeres que tienen cáncer de mama y han de recibir tratamiento quimioterápico se plantea rechazar este tratamiento que puede salvarles la vida por el miedo a perder el pelo. Es un dato muy significativo».

Así, pues, no es difícil de entender por qué saltan las alarmas cuando comienzan a quedarse más cabellos en el cepillo que de costumbre. Y entonces, ¿cuándo hay que consultar? El especialista, miembro de la Academia Española de Dermatología y venereología, explica que «el que notemos que se cae el pelo no tiene por qué ser negativo. Cada día se renuevan unos 100 folículos (se caen 100 pelos y aparecen 100 pelos nuevos). El motivo de alarma es cuando veamos una pérdida de densidad capilar, es decir, que se vea la piel del cuero cabelludo, que ‘claree’».

Cuanto más pronto llegue el diagnóstico por parte del dermatólogo, mejor, porque tal vez no sepa que hay al menos 100 tipos diferentes de alopecia. Cuenta Vañó que «las causas de alopecia son las mismas en hombres y mujeres. Puede haber causas hormonales, genéticas, alimentarias, inmunológicas, estrés, enfermedades internas, como el lupus, o incluso fármacos. Sí existe diferencia en que algunas alopecias son más frecuentes en un género, por ejemplo alopecia androgénica en hombres o alopecia frontal fibrosante en mujeres».

El cabello también envejece

Otra diferencia en las mujeres es que hay picos muy marcados, «al final de la adolescencia y en la menopausia, por el cambio hormonal. También después del parto es típico que se produzca una caída intensa de pelo que luego se recupera, llamada ‘efluvio post-parto’».

Lo otro que hay que tener claro es que el cabello, como el resto del cuerpo, también envejece. «A medida que pasan los años, el pelo se va haciendo más fino y va creciendo más lentamente, además de sufrir un proceso de envejecimiento cosmético fisiológico».

Luego hay que saber que el estrés nos afecta, «el estrés es una de las causas más frecuentes de un tipo de caída llamada ‘efluvio telógeno’. No obstante, suele ser un tipo de caída que luego se recupera», reconoce.

Respecto a los tratamientos, el especialista insiste: la clave está en dar con el diagnóstico preciso, también porque la caída puede hablar de una enfermedad no diagnosticada.

Una vez realizado el diagnóstico hay todo un arsenal. Vañó comienza a desgranar desde diferentes fármacos tanto orales como aplicados localmente y hasta el trasplante capilar, «que hoy en día tiene un resultado totalmente natural».

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