'Detrás de la memoria histórica muchas veces hay propaganda política'

Entrevista a Toni Orensanz, periodista

26 agosto 2017 19:01 | Actualizado a 26 agosto 2017 19:26
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- ¿Cómo una recreación de los bombardeos de la Guerra Civil en Reus puede convertirse en un acto cultural destacado?
- Desde hace unos años, a raíz de los movimientos de memoria histórica, hay una cierta demanda de la población para mirar atrás e intentar saber algo de determinados hechos de la historia, básicamente la Guerra Civil Española, de los que se tiene la sensación que no se han terminado de explicar bien.

- Pero, ¿se hace memoria o estos actos son absorbidos por la clase política?
- El episodio de la Guerra Civil hoy en día sigue generando entre los políticos una tendencia a hacer política, pero se tiene que distinguir entre la gente que tiene necesidad de saber más y aquella que intenta llevarlo al terreno de la política, lo cual también es legítimo. Al final, que los políticos quieran hacer política no nos tendría que parecer raro.

- ¿Y esto cómo se traslada al caso de Reus?
- La iniciativa concreta ha venido de un movimiento de base y el ayuntamiento no ha sido el impulsor de los actos. No obstante, en un caso de  bombardeos es muy difícil distinguir los diferentes bandos porque les caen las bombas a unos y  otros. Una bomba no distingue si la casa donde impacta es fascista o no. Con los bombardeos reabres pocas heridas porque en el fondo el relato del que está abajo es parecido: el medio, el terror, qué hacer cuando la muerte te cae del cielo...

'La Guerra Civil sigue generando una tendencia a hacer política entre los políticos'

- Entonces, ¿es necesario hacer memoria histórica?
- La memoria histórica no existe. La memoria de la Guerra no puede ser la misma para una familia a la que durante 1936 los revolucionarios  mataron al abuelo por ser de derechas, que la de alguien que en 1939 vio fusilar al abuelo por rojo. Las memorias individuales existen, pero la memoria colectiva no.

- ¿El periodismo histórico implica imponer relatos?
- Desde el periodismo debemos acercarnos a los hechos históricos con voluntad de comprender qué pasó pero dejando a un lado la ideología aunque tengamos claro quiénes son los buenos y quien los malos. La Guerra Civil o la Segunda Guerra Mundial se enfocan a menudo desde la condena o el homenaje. Sólo con comprensión podremos ir más allá de la propaganda.

- ¿La comprensión es antídoto?
- En estos casos hacen falta historiadores que lo expongan con rigor. Detrás de la memoria histórica, muchas veces hay propaganda política intentando explicar un conflicto desde una posición de poder. Puede ser correcto y legítimo, pero debemos tomarlas con distancia.

- ¿La distancia contribuirá a avanzar?
Una de las razones por las que da la sensación que la Guerra no pasa y que el conflicto no se cierra es porque las versiones individuales a menudo entran en contradicción con el relato oficial. Mirar hacia atrás cuando el pasado es doloroso no es fácil.

- ¿Por qué no es fácil?
- Porque los asesinos son gente parecida a nosotros que tuvieron hijos y tienen nietos. Por eso, cuando me aproximo a la historia intento entender las cosas más allá de mi punto de vista ideológico.

'Los asesinos son gente parecida a nosotros que tuvieron hijos y tienen nietos'

- ¿Qué queda por hacer?
- No hay el libro definitivo sobre el nazismo en Catalunya que explique las complicidades de la  burguesía que simpatizo con los nazis. Tampoco se ha explicado bien la represión franquista de forma global: la represión fue exclusivamente jerárquica pero no es comprensible sin conocer las simpatías que buena parte de los pueblos sintieron por los ganadores convencidos de que el asesinato de  parte de la sociedad era necesario.

- ¿Cuál es su método de aproximación?
- Me gusta la idea de un periodismo local que mira muy de cerca y  ve a su lado hechos no explicados antes. Determinados puntos de la historia que son difíciles de explicar, a pequeña escala poca gente los ha visto. En Alemania es relativamente fácil decir que Hitler fue muy malo, pero todavía quedan pueblos en los que lo que pasó no se ha explicado bien. Cuando tú miras con lupa lo que sucedió en una localidad que vivía un momento muy doloroso, ves que tanto los héroes como lo que fueron capaces del horror más absoluto fueron parientes tuyos.

- ¿Se trata pues de una cuestión universal?
- A menudo tenemos la sensación que en los pueblos no ha ocurrido nunca nada, pero es mentira. Ha habido conflictos a lo largo de la historia en todas partes. Para un estado es muy complicado explicar sus escenas más oscuras, pero hacerlo en un pueblo pequeño aún lo es más porque los muertos y los asesinos son tu gente. Actualmente continúa siendo complicado.

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