Devoción a la tradición

Emoción de la de verdad. Esa que siempre va acompañada de unos segundos de silencio. Este era el ambiente que se respiraba en el Serrallo durante la tarde de ayer. Sant Pere es el patrón de los pescadores y la Verge del Carme, la patrona de toda la marinería. Es por esto que ayer los tarraconenses tenían una cita imposible de olvidar: la procesión de la Verge del Carme.

Minutos más tarde de lo previsto, la Virgen salió de la iglesia de Sant Pere para dirigirse a la embarcación Jaume del Po. Esta fue la encargada de llevar en procesión por mar a la patrona. Pero Jaume del Po no fue la única en salir. Kranki, La Golondrina, Maria Ferrer y la pequeña La Xiqueta son algunas de las embarcaciones que también procesionaron. Autoridades, portants y representantes eclesiásticos fueron testigos de la oración a los difuntos que oficializó el sacerdote Joaquim Gras en la embarcación, delante de la Virgen. No sólo lo oyeron los presentes. En la Plaça de l’Església, situada en el corazón del barrio marinero, también se oían las oraciones. Así lo permitió la tecnología y unos buenos altavoces.

Entonces llegó uno de los momentos más emocionantes de la tarde. El silencio, acompañado del toc de castells, se adueño de la escena. Justo en el momento en el que la embarcación Jaume del Po –que llevaba a la Virgen– y la embarcación La Guita –que llevaba a los Xiquets del Serrallo– se encontraron, los de la camisa azul hicieron un pilar. Los aplausos guiados por la emoción eran imposibles de medir. El segundo momento especial llegó minutos antes de finalizar la procesión por las calles más céntricas del Serrallo. De rodillas y descalzos, los portants de la Virgen –mayoritariamente pescadores de profesión– subieron las escaleras de la iglesia y entraron la imagen al santuario. Es impresionante ver los ojos llenos de lágrimas a punto de estallar de los serrallencs.

Quim Miracle tiene 23 años y hace 4 que lleva a hombros a la Verge del Carme. Asegura que no a parte de la fe, es la devoción a la tradición lo que le empuja a ser portant. A pesar de su juventud, Quim pasó un año entero dedicándose «a la mar», como dicen los pescadores. «No siento la cabeza, solo oigo el corazón». Así describe el momento de entrar a la Virgen a la iglesia.

Los Gegants, de aniversario

La parte más lúdica y festiva estuvo protagonizada por los Gegants del Serrallo, el Pere y la Carme, que abrían la procesión por tierra, acompañados de un grupo de gralles. Este año están de celebración: cumplen 25 años de vida. Los Gegants iban acompañados de los cabezudos del barrio que encarnan a dos serrallencs ya desaparecidos: Jaume Mallol Cagueta y Neus Teixidó. Este año, los capgrossos han sido remodelados por el escultor Juan Gallego.