Dibujos y esquemas, protagonistas de las catas del Celler Josep Grau

La bodega de la DO Montsant estrena un nuevo estilo de degustaciones basado en el ‘Visual Thinking’ para que los asistentes expresen las sensaciones que evocan los vinos 

06 junio 2017 06:18 | Actualizado a 15 febrero 2019 18:46
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El Visual Thinking es la nueva apuesta del Celler Josep Grau Viticultor (DO Montsant). Se trata de un nuevo estilo de catas, basado en esta técnica. Los asistentes se enfrentan a un cuaderno en blanco en el que hay espacio para dibujos, esquemas, pictogramas, palabras… Olvida las convencionales catas en las que el enólogo es el que guía, o el que dice lo que él ve en el vino a modo de masterclass.

«Lo que buscamos es acercar la experiencia de una cata a todo tipo de personas, sean cuales sean sus conocimientos sobre el mundo del vino», asegura el viticultor y enólogo Josep Grau. Lo primero que se entrega a los participantes es un cuaderno para que puedan escribir las sensaciones que les sugieren cada uno de los vinos. «Cada persona se sitúa libremente delante de un cuaderno en blanco sin la necesidad de tener que escribir de forma sistematizada la estructura en boca, el aroma, las características del color, la complejidad, etc.», afirma Josep Grau.
Durante la cata, los asistentes descubren ‘L’Efecte Volador’, el sonido de ‘Vespres’, la calidez de ‘La Florens’, el sentimiento de ‘Regina’ y la autenticidad de ‘Granit’. «Hay un vino blanco en el que buscamos una fuerte presencia aromática, y otro en el que lo que importa es que tenga una estructura en boca. Es una diferenciación muy interesante para los asistentes», explica Josep Grau.

Por el momento las catas de pensamiento visual se desarrollan en el espacio ‘Tast de Vins’ de El Born (calle Canvis Nous, número 13), en Barcelona, con reserva previa. Pero Josep Grau ya tiene en mente trasladar esta iniciativa a la bodega ubicada en Marçà. «Queremos que sea coincidiendo con la época de vendimia, ya que es un momento muy interesante para poder conocer el trabajo de la bodega», afirma el enólogo.

Nadie se equivoca
Todo el mundo acierta. Esta es la idea del Visual Thinking. «Es importante que la gente deje de tener miedo a una botella de vino y entienda que todas las sensaciones que se experimentan durante la cata son buenas», asegura el enólogo, y alienta a los catadores amateurs a seguir aprendiendo. «Los conocimientos que ahora tienen son más de los que tenían y todavía pueden seguir aprendiendo», afirma.

El Visual Thinking va un paso más allá. Los participantes colaboran activamente durante la cata, lo que permite romper las todavía barreras existentes entre el elaborador y el catador no profesional. Ambos comparten un espacio de empatía y de gusto por un mismo mundo: el del vino. «Cuando imagino los vinos de la bodega pienso en un catador amateur. Pienso en vinos que sean fáciles e inteligibles, además de representativos de la zona. Mi lucha es aproximarme al consumidor final», asegura Josep Grau y aconseja «perder los complejos y disfrutar del vino sin miedo».

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