Dile al robot que encargue pizza

La Inteligencia Artificial y los chatbots toman Barcelona: dígale a su asistente virtual que pida comida a domicilio... él ya sabe lo que le gusta

19 mayo 2017 16:12 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:30
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Si ahora siente hambre, lo más lógico será que le pida a su robot personal que encargue una pizza. No se moleste en especificarle los ingredientes ni el tamaño. Él ya sabe que le gustan las anchoas y que con la más pequeña se queda bien. Menos hoy, que juega el Barça y tiene amigos en casa. Entonces, sin anchoas (porque viene Jordi) y tamaño familiar (van a ser cuatro). Tampoco habrá hecho falta que le recuerde a su asistente virtual que hoy tiene compañía. Está todo en su agenda, y es él quien la maneja.

La Inteligencia Artificial, con los chatbots (robots que interactúan por reconocimiento de voz) a la cabeza, ha desembarcado con fuerza en esta edición del Mobile World Congress (MWC). A primera hora de la mañana, una conferencia acaparaba todas las miradas. Se titulaba Artificial Intelligence: Chatbots and Virtual Assistants. Muchos se quedaron sin poder entrar. Todos quieren estar al quite de lo que se cuece.

Entre los ponentes se encontraban Gummi Hafsteinsson, Product Management Director de Google Assistant (el asistente virtual que en una semana saldrá en inglés y en alemán para el sistema operativo Android, y a finales de año en otras lenguas, como el castellano), Rob High, CTO de IBM Watson (hoy por hoy, posiblemente la Inteligencia Artificial más avanzada del mundo) o Alex Jinsung, CTO de la surcoreana SK Telecom, que ha llegado a Barcelona con su asistente virtual Nugu, capaz de tomar forma de insulso electrodoméstico (SocialBot), pero también de peluche (ToyBot) o de mascota robótica (PetBot). Así son los coreanos, sí: le pueden pedir a un peluche que les encargue una pizza, y el peluche lo hace.

Encargar comida a domicilio, seleccionar música, buscar una película o chequear todos tus mensajes, informándote de lo relevante y contestando por ti (hay esperanza para quienes viven los grupos de padres en WhatsApp como una refinada tortura medieval) son sólo algunas de las tareas que en breve podremos delegar a estos asistentes virtuales.

Si hasta ahora, con los smartphones, habíamos llevado el PC hasta su último nivel (un smartphone no deja de ser hoy un ordenador personal potentísimo), ahora vamos a cambiar nuestros ordenadores personales por nuestros robots personales. Con la computación cognitiva y los chatbots conversacionales todo se simplifica, y podemos despreocuparnos de un montón de tediosas tareas que hasta ahora nos han ido robando tiempo a pasos agigantados.

¿Nos hará más perezosos? Ésa es una de las preguntas que revoloteaban de forma insistente en la primera sesión (de las muchas que va a haber) dedicada a la Inteligencia Artificial. Kriti Sharma, una de las ponentes, lo tiene claro: va a ser todo lo contrario. «Hay un montón de tareas –explica Sharma– que la gente no quiere hacer, y lo que nos permiten los asistentes virtuales es una experiencia super simple, sin necesidad de ser un experto».

Al final, que esos asistentes nos releven en esas tareas «nos permite no estar tan enganchados a la pantalla, y nos evita estar diciendo todo el tiempo ‘¡Oh, otro mensaje, voy a mirar!’. Nos da más espacio». Porque el chiste prescindible del WhatsApp (o que nosotros consideramos prescindible y otros encuentran hilarante) ya se lo come nuestro robot personal. Y como que nos conoce, lo sufre en silencio.

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