Diplomacia para sobrevivir a los conflictos familiares

Evitar hablar de temas clásicos como la política o el fútbol y la distribución de los invitados son algunas de las mejores armas para disfrutar de las fiestas en paz

19 mayo 2017 17:00 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:02
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Durante las fechas navideñas es casi imposible esquivar las eternas reuniones familiares. Los encuentros se convierten en un detonante para ‘viejas rencillas’ o asuntos familiares pendientes. ¿Cómo podemos sobrevivir a la familia y las fiestas? La psicóloga reusense y miembro del grupo de trabajo de Mediación y Resolución de Conflictos del Colegio de Psicólogos de Catalunya, Olivia Sacristán, nos da algunas pautas para ‘sobrevivir’ a los conflictos familiares. «Idealizamos los encuentros navideños como la escena de una perfecta familia risueña y amorosa, y realmente la mayoría de nosotros acudimos a estos encuentros llenos de buenas intenciones. El problema es que las reuniones en Navidad unen generalmente a personas que aunque son familia están distanciadas, que quizá no se han visto de un año para otro, que a veces arrastran rencillas y pequeños rencores», detalla la psicóloga.

Pero, ¿cómo nos podemos preparar para evitar lavar los platos sucios? Si somos los anfitriones, Olivia Sacristán nos recomienda que «separar algunas personas relajará el ambiente y evitará altercados. «Coloquemos al sobrino hablador y simpático al lado de la tía distante para conseguir una conversación más amena. Se trata de pensar en la personalidad de los asistentes y ubicarlos para que todo fluya de la mejor manera posible», detalla Olivia Sacristán. En todo este puzle familiar no nos podemos olvidar de nuestros hijos, sobrinos, nietos, etc. Para que estén entretenidos, según Sacristán, «sería conveniente hacer una especie de guión de la reunión, organizando juegos o actividades para que los niños estén entretenidos».

‘Temas espinosos’

La política, religión y fútbol son temas clásicos que levantan ampollas entre la familia, así como diferencias familiares, disputas, herencias o cualquier otro tema espinoso. Contenernos emocionalmente durante las fiestas navideñas resulta complicado. Si somos los anfitriones de la comida de Navidad hay que estar atentos de que no resurjan temas familiares espinosos. «Hay que estar pendiente de que nadie se excite demasiado, redirigiendo la conversación para evitar males mayores», nos aconseja la psicóloga.

Para superar estos momentos podemos usar algunos trucos y hacer magia para que desaparezcan las tensiones familiares. «Puedes tener preparados temas ‘neutros’ si la cosa se pone complicada, y buscar aliados que ya reconoces como sensatos para que te ayuden a realizar giros de conversación», detalla Olivia Sacristán, quien añade que «hay que tener ‘buena cintura’, como suele decirse, para esquivar preguntas incómodas del tipo ¿cómo es que todavía no te has casado? ¿y los hijos para cuándo? Y responder mejor con humor del tipo «es que soy demasiado exigente» o «mis gatos no me dejan», que ir a la confrontación directa para mantener el buen ambiente en la reunión».

Si todavía nos queda la esperanza de resolver en Navidad malentendidos familiares será mejor que borremos esta idea de nuestros pensamientos. «En Navidad nos tenemos que centrar en intentar realizar una celebración lo más cordial posible. Intentar aclarar malentendidos en un momento de reunión familiar puede crear momentos muy tensos que después cueste redirigir. Para eso tenemos el resto del año, y si creemos que hay algún tema que necesita aclararse, mejor quedar previamente para hablarlo con tranquilidad y sin tener al resto de la familia de por medio».

En cualquier caso la diplomacia tiene que ser nuestra mejor arma para tener la fiesta en paz.

 

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