Marta Giné se enteró de que era posible donar leche materna mientras estaba embarazada. En una boda vio a una amiga que se sacaba la leche y la metía en el congelador. Le contó que servía para alimentar a bebés prematuros en el hospital.
A partir de allí Marta comenzó a investigar: «Pensé que si me tocaba a mí tener un bebé en estas circunstancias y no poder darle el pecho me gustaría que hubiera madres solidarias». Ahora es una donante entusiasta, donó después de tener a su primera hija y lo vuelve a hacer ahora, después de tener a la pequeña Lola.
Marta cuenta su experiencia ante un grupo de embarazadas en una charla organizada por el ASSIR de Tarragona como acto previo a la semana de la lactancia materna. Judit Bertran, comadrona, explica que pensaron que un testimonio de primera mano era la mejor manera de informar y sensibilizar sobre el tema.
Marta, que trabaja como autónoma, se encargó de despejar las dudas más frecuentes.La primera fue el tiempo que hace falta; asegura que a ella la donación no le lleva demasiado tiempo:«Unos diez minutos» después de la toma de la noche.
Tampoco es necesario donar una cantidad determinada, «el estómago de un bebé es así», dice formando un círculo con los dedos. Además es completamente voluntario, cuando no pueda o no quiera, no tiene compromiso de seguir.
Se extrae la leche con el sacaleches que le entregaron en el Banc de Llet Materna (que depende del Banc de Sang i Teixits), que es el organismo que se encarga del proceso. La mete en el congelador en los botes que le dan y cuando reúne ocho los pasan a recoger por su casa en el horario que le va bien. Explica que es una acción solidaria que le da muchas satisfacciones y, además, aunque no es lo que más le preocupa, nota que ha recuperado rápido la forma después del parto: «Se te queda un tipín, je, je».
El Banc de Llet Materna de Catalunya fue fundado en 2011. En España hay 8 bancos de leche materna. Sin embargo, está lejos de la cifra de países vecinos como Italia, donde hay 33, o Francia, donde funcionan 36.
El banco catalán acabó 2016 con 621 donantes, 1.106 litros de leche distribuidos y 487 bebés beneficiarios. En Tarragona y Terres de l’Ebre hubo 76 donantes y 90 receptores.
La leche que se recoge congelada en los domicilios se lleva al banco en Barcelona donde es pasteurizada y almacenada a -80º C. De allí se distribuye a los hospitales en función de la demanda.
Además de escuchar a Marta, las asistentes pudieron conocer el testimonio de Aida Gil, una madre cuya bebé, que nació prematuramente, recibió leche del banco de leche materna mientras estaba ingresada en la UCI neonatal de Joan XXIII.
Aida tuvo un cuadro muy grave de preclampsia ( una complicación del embarazo que causa hipertensión arterial y daños en los riñones, entre otros). Ella estuvo delicada y la niña pasó 47 días en el hospital. «Comenzaron dándole un mililitro de leche donada ¡Sólo un mililitro!», relata, y luego siguieron alimentándola de esta forma. La niña apenas tenía fuerza para mamar y Aida, aunque lo intentó insistentemente cuando se recuperó, apenas pudo producir leche. Hoy no tiene palabras para agradecer la solidaridad de las madres que no sólo alimentaron a su hija, sino que la ayudaron a librarse de enfermedades graves que pueden sufrir los prematuros.
Cosas del destino, Aida es enfermera en el Banc de Sang en Joan XXIII, donde se atiende a las madres que quieren ser donantes, así que de tanto en tanto tiene oportunidad de agradecerles de antemano y con conocimiento de causa su gesto.
La charla del ASSIR se repetirá esta mañana a las 11.30 en el CAP de Torreforta.