Dunlop #GreatFightBacks: Marc Márquez, el comienzo de la leyenda

Esta es la última semana para que los fans del deporte de motor de toda Europa voten su historia favorita en www.greatfightbacks.com/es. Además, podrán opinar y debatir en redes sociales a través del hashtag #GreatFightBacks. Durante estas semanas, Dunlop está desvelando las diez historias por orden cronológico y anima a los aficionados del deporte de motor a que elijan cuál es su historia de superación favorita.

19 mayo 2017 20:10 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:34
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A continuación el relato de la hazaña de Márquez contada por Mat Oxley:

Marc Márquez, caer para volver a levantarse : Gran Premio de Estoril de 125cc (2010)

Marc Márquez tenía 17 años y luchaba por su primer título mundial, cuando una caída en la vuelta de calentamiento ponía en peligro sus opciones. ¿Qué pasó después? Obviamente, ganó…

Algunas veces sabes que estás presenciando algo sin precedentes, quizás el origen de una nueva leyenda. El domingo 31 de octubre fue una de esas veces.

Marc Márquez tenía 17 años por aquel entonces y estaba a punto de terminar su segunda temporada en el Campeonato del Mundo de 125cc. Había ganado su primera victoria a principios de año y lideraba el campeonato a tan sólo unos puntos de distancia de su compatriota Nico Terol.

Las condiciones meteorológicas en el Gran Premio de Portugal eran apocalípticas, la lluvia azotaba el Circuito de Estoril causando un récord de 128 accidentes durante el fin de semana. Al menos, la carrera de 125 comenzó en seco, pero la lluvia pronto volvió a hacer de las suyas y después de docenas de accidentes aparecieron las banderas rojas.

Después de un breve parón, durante el que la pista parecía haberse secado, los supervivientes volvieron a la línea de parrilla. Todos, excepto Márquez.

"Cuando volví a la vuelta de reconocimiento, la pista parecía completamente seca", comenta. "No vi el agua en la curva final".

Pilotando su Derbi de 125 tumbado a casi 180 grados, intentaba hacer todo lo posible por calentar sus neumáticos, pero cometió un error y se cayó. Márquez, demostrando que uno nunca puede darse por vencido fácilmente, intentó de forma desesperada mantener sus manos sobre el acelerador y el embrague para mantener el motor encendido, y tanto la moto como el piloto rodaron por la gravilla. Pero el accidente fue peor de lo que parecía.

Para empezar, el parabrisas se había hecho añicos, el carenado se rompió y el manillar se dobló. Márquez se levantó en un abrir y cerrar de ojos, y volvió corriendo al pit lane, donde un gran grupo de mecánicos se volcaron sobre la maltratada máquina.

"Había algo de pánico, tanto por mi parte como por el resto del equipo", dice. "Lo más sorprendente fue que los mecánicos de otros equipos también estaban trabajando en mi moto. Eso me abrió los ojos y me hizo comprender que la competición es una gran familia".

Dejando a un lado el compañerismo, Emilio Alzamora, mentor de Márquez y Campeón del Mundo de 125cc en 1999, no estaba tan impresionado. "Fue un accidente estúpido. En un segundo puedes perder el trabajo de todo un año".

Los mecánicos tardaron 9 minutos en hacer que la moto fuera de nuevo competitiva y Márquez logró llegar a la salida a tiempo. No obstante, llegó demasiado tarde a ocupar su sitio en la parte delantera de la parrilla y tuvo que empezar desde el último lugar. Fue un gran contratiempo. Corriendo los riesgos que le han convertido en leyenda viva de este deporte, fue capaz de alcanzar la cuarta posición justo en el momento de salir de la primera curva.

Una vez allí, volvió a luchar cuerpo a cuerpo con el compañero de equipo de Terol, Bradley Smith, quién hizo todo lo posible para retrasar al líder del campeonato y permitir a Terol escaparse en cabeza, pero la estrategia no funcionó del todo bien. Tan pronto como el trío emprendía la última vuelta, Márquez se pasó de frenada y adelantó a Terol para retomar el liderato por primera vez en la carrera, posiblemente ayudado por el hecho de haber elegido neumáticos Dunlop más blandos que los de Terol.

¡El dúo atravesó la línea de meta separado por tan sólo 0,15 segundos! y Márquez consiguió así su décima victoria del año, lo que le condujo a ganar de una forma cómoda su primer campeonato del mundo el fin de semana siguiente en Valencia, delante de una enfervorecida multitud que le recibía en casa.

Desde entonces, Márquez se convirtió en un experto en transformar situaciones negativas en momentos de gloria, como en Valencia en 2012, cuando fue enviado al final de la parrilla de salida de Moto2 por causar un accidente a un rival durante los entrenamientos. De nuevo, eso no cambió nada y Marc esculpió su victoria pasando a través de todos sus rivales.

Al año siguiente, en su temporada de novato y a tres carreras para finalizar el mismo, lideraba el Campeonato de Moto GP cuando fue descalificado en el Gran Premio de Australia. Esta expulsión no fue simplemente "complicada", resultó perjudicial al acortar las distancias con Jorge Lorenzo. Una vez más, Márquez volvió a llevarse el gato al agua.

Todavía hoy, siendo doble campeón del mundo de Moto GP y el rey más joven de la categoría reina en su historia, Márquez dice que siempre recordará aquel 2010 en Estoril, como todo aquel que estuvo presente aquel día. "Es un momento, una situación…irrepetible", sonríe. "Y siempre lo recordaré porque esa carrera, esa hazaña, nos hizo ganar el título."

Y tiene toda la razón. Si Márquez no hubiera logrado escapar de aquella situación, o no hubiera logrado llegar a la parrilla de salida a tiempo y Terol hubiera ganado la carrera, las fuerzas se hubieran igualado mucho. Y entonces, ¿cómo hubiera afectado esto a la carrera de Márquez?

En absolutamente nada. Siempre ha estado destinado a algo muy grande, consiguiera o no aquel título de 125cc.

Para participar en esta campaña entra en: www.greatfightbacks.com/es

 

 

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