El Gran Wyoming: 'La música que no me gusta es basura'

Actúa con Los Insolventes en la Sala Zero

19 mayo 2017 15:35 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:35
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- ¿Teme ir a la cárcel por el gag de la cruz del Valle de los Caídos?

- No. Es una tontería. El juez ha admitido la denuncia a trámite para que salga en los papeles nada más. No tiene pies ni cabeza ni recorrido jurídico.

 

- Del juicio no se libra.

- Estoy implicado porque se supone que soy el director del programa –El Intermedio–, aunque ellos saben perfectamente que no lo soy. Me tocará ir, me preguntarán si soy el directo del programa, diré que no y me mandarán a casa. Ya me ha pasado alguna vez, es todo para desprestigiar al programa y a las personas que están detrás.

 

- ¿España está yendo para atrás?

- Efectivamente. Hay una ofensiva de la derecha, que ve que está retrocediendo. Ayer detuvieron al expresidente de la Comunidad de Madrid y diez personas más, tienen un problema grave y estas cosas le vienen bien para decir que la Iglesia es perseguida y la derecha atacada por conspiraciones.

 

- ¿Se está perdiendo el sentido del humor?

- Estas chorradas han pasado siempre. El martes entrevistamos al concejal de Cultura de A Coruña, que también ha tenido un problema de ofensa a los sentimiento religiosos con la presidenta de la asociación de viudas por un cartel de un carnaval en el que sale un tío disfrazado de Papa. Que esta gente ponga denuncias ha ocurrido toda la vida, el problema es que ahora los jueces las admiten a trámite aunque saben que no van a ningún lado.

 

- ¿Por qué pasa esto?

- Si la derecha y la Iglesia están perseguidas, eso incluye que el PP también está perseguido. Es una puesta en escena para hacer creer que hay una ofensiva de la extrema izquierda para hundir los valores esenciales.

 

- ...

Y eso incluye que ahora Rajoy tenga que ir de declarar sin que se entienda por qué, que detengan al expresidente de la Comunidad de Madrid, que el dinero de la sanidad se esté yendo a empresas privadas o que estemos rescatando autopistas y, una vez las tenemos, en lugar de ponerlas en funcionamiento las volvamos a vender a los mismos. Dicen que todo es una conspiración de la extrema izquierda y que no está ocurriendo realmente.

 

- ¿Hasta dónde llega la libertad de expresión?

- Yo nunca he tenido problemas, he tenido acusaciones absurdas de la justicia que luego se han archivado. En otro juicio que tuve, el fiscal, que había hecho un alegato larguísimo acusándome, directamente ni se presentó. Se anuló el juicio y ya está. Lo único que quería era titulares en la prensa y que subiera la escalinata.

 

- ¿En la música hay más libertad que en el humor?

- No te creas, hay músicos que han sido condenados, con condenas gordas, por chorradas. Por cosas que antes no pasaban. Esta gente –el PP– ha decidido poner orden y silenciar un poco la situación porque, si no, se les va de las manos. Está saliendo toda su basura y, aunque la justicia está siendo muy condescendiente con ellos, las cosas están sucediendo.

 

- ¿Cómo lío a Última Experiencia para montar un grupo?

- Les vi tocar en el bar Honky Tonk de Madrid y me gustó su música. Me acerqué a hablar con ellos y nos hicimos amigos. A partir de ahí decidimos empezar y el del bar nos dijo que si montábamos un grupo nos daba una fecha para tocar. Desde entonces no hemos parado, llevamos diez años haciendo conciertos.

 

- ¿Es rockero de toda la vida?

- Sí, siempre he estado haciendo música de rock and roll sobre los escenarios. Con intervalos, siempre he tenido grupos de versiones y toqué treinta años con el Reverendo, que era pianista.

 

- ¿La música es su refugio?

- Me relaja, me despeja y me sirve de terapia perfecta. Los lunes llegó nuevo al programa. Si todo el mundo lo hiciera, el mundo iría mejor.

 

- Son una formación estable.

- Tocamos cada dos semanas y ya tenemos fechas cerradas hasta Navidad. La cosa está organizada, tenemos hasta furgoneta. Nuestro mayor orgullo es que en la mayoría de sitios donde hemos tocado hemos repetido.

 

- ¿Es fan de todos los grupos a los que versionan?

- Soy fan de la música en general, pero no soy belieber de nada.

 

- ¿Hay mucho postureo en la música?

- Como siempre. Siempre se ha hecho buena y mala música y, según las épocas, predomina la basura o está en un porcentaje menor. Son cambios transitorios.

 

- ¿Qué entiende por basura?

- La música que a mí no me gusta, no quiero entrar en más. En eso soy muy subjetivo, la buena música es la que escucho yo y la que hacemos nosotros. Pero me refiero a que ahora la música está siendo copada por gente que no hace música, sino que reproduce música. Los músicos están pasando a un segundo plano y eso es lo más triste.

 

- ¿Se han convertido en un negocio donde prima el consumo por delante de la creatividad?

- La música en directo cada vez se cotiza menos. En los años 80, en todos los bares había grupos tocando y a todos se les pagaba; ahora eso se ha ido reduciendo mucho, también por la presión legal, y además no se paga. Sólo cobran los famosos.

 

- Los músicos incluso pagan por tocar, alquilando la sala.

- Es una moda que lleva unos años. Un negocio redondo para las salas: tienen un grupo tocando que les llena el local y el dinero de las entradas es para pagar el alquiler.

 

- ¿Si volviera a nacer en que músico le gustaría reencarnarse?

- Es complicado porque ha habido mucho genios. Pero, probablemente, en Chuck Berry.

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