El aceite de palma, al descubierto

La ingesta desproporcionada de esta grasa vegetal favorece enfermedades como la obesidad, diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares

19 mayo 2017 15:38 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:38
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Galletas, margarinas, precocinados... La lista es interminable. Estos son algunos de los productos con los que llenamos la cesta de la compra y que contienen aceite de palma. Estamos rodeados. Pero, ¿qué efectos tiene en nuestra salud?

La dietista-nutricionista Rosa Baró, de la clínica Alomar de Reus, explica que «el aceite de palma es perjudicial porque es una grasa especialmente rica en ácidos grasos saturados, relacionados con las enfermedades metabólicas». Y todavía hay otra razón. «Aporta ácido palmítico (ácido graso) que cuando se procesa a altas temperaturas (+ 200ºC) genera contaminantes de carácter genotóxico y carcinogénico de la familia de compuestos denominados ésteres glicidílicos de ácidos grasos», detalla la experta en nutrición.

Obesidad, hipercolesterolemia, diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares… Son algunas enfermedades con las que se relaciona el aceite de palma. Pero sigue siendo un ingrediente esencial en la industria alimentaria. «Se utiliza tanto porque es muy económico comparado con otras grasas y aceites, y es muy versátil. Para la industria lo mejor es su temperatura de fusión, que le hace permanecer sólido a temperatura ambiente manteniendo al mismo tiempo una textura sedosa y untuosa en la boca», detalla Rosa Baró.

Gracias a esta característica se utiliza en confitería en las coberturas de chocolates, bombones... «Permanece sólido, mantiene la forma del producto y cuando se introduce en la boca se funde de forma agradable», asegura Rosa Baró.

¿Prohibirlo o sustituirlo?

Si tan perjudicial es por qué no se prohíbe su uso. La decisión es compleja. «Quien podría prohibirlo sería por ejemplo la Organización Mundial de la Salud y actualmente la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS, que no tiene el aceite de palma en su lista de productos cancerígenos. Y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria tampoco se ha mojado en establecer un nivel de ingesta seguro», afirma la dietista-nutricionista.

De producirse una prohibición, la industria alimentaria tiene al alcance otros aceites para sustituir el aceite de palma. «Aceite de soja, otros aceites hidrogenados o manteca de coco, mantequilla o aceite de otros vegetales. El problema de la industria es que no son tan económicos como los derivados del aceite de palma», asegura Rosa Baró.

¿Sabemos lo que comemos?

El Reglamento Europeo 1169/2011, sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, nos ha ayudado a los consumidores a conocer al detalle la información nutricional de los productos con los que llenamos la despensa.

El reglamento obligó a dar la cara al aceite de palma. Hasta entonces se podía ‘esconder’ bajo la denominación genérica de aceites o grasas vegetales. Pero en algunos casos todavía sigue camuflado.

«En la etiqueta podemos encontrar escrito aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste, estearina de palma, palmoleina u oleina de palma, manteca de palma o haciendo uso del nombre científico de la especie Elaeis guineensis», advierte Rosa Baró. Que no nos engañen, estamos hablando de aceite de palma.

Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación de Autoservicios y Supermercados (ASEDAS), recuerda que «estamos trabajando coordinadamente con la industria para mejorar la composición de los alimentos bajo las directrices de la Unión Europea y en breve habrá cambios que afectarán a la composición de los alimentos para cumplir con los objetivos, entre ellos la lucha contra la obesidad». Afirma que el aceite de palma forma parte de los productos que se deben consumir de una forma ocasional. «El problema está cuando en la dieta de una persona estos productos se consumen en exceso», asegura.

Como consumidores la dietista-nutricionista nos recomienda «comer alimentos y evitar los procesados». Sólo así esquivaremos el aceite de palma.

Comentarios
Multimedia Diari